“Ecuador va a pasar de ser de los países con peor energía en la región a uno de los que tiene mejor energía. Incluso mejor que Chile”, aseguró el presidente Rafael Correa el miércoles pasado durante un conversatorio con los medios en Santo Domingo de los Tsáchilas.

Dentro de su recorrido por esta provincia y Esmeraldas, el Primer Mandatario recorrió 2 proyectos de energía renovable que contribuirán al Sistema Nacional Interconectado.

El primero es el Termoesmeraldas II que, con equipos de última generación, producirá 96 megavatios (MW) de energía adicionales. Este complejo servirá de respaldo en épocas de estiaje, cuando la producción hidroeléctrica del país enfrente problemas.

Además de las 5 hidroeléctricas que se ubicarán en las estribaciones occidentales, habrá otras 3 en las orientales. En total son 8 proyectos emblemáticos (Coca-Codo-Sinclair, Delsitanisagua, Mazar-Dudas, Minas-San Francisco, Quijos, Sopladora, Villonaco y Toachi-Pilatón) que —según el Jefe de Estado— minimizará el riesgo de apagones. Al mismo tiempo Ecuador contará con un sistema termoeléctrico.

Una nueva revolución energética en el país en 2016

Así lo anunció el Jefe de Estado, ya que se espera que el proyecto Toachi-Pilatón concluya en octubre de 2015. Al siguiente año “las 8 hidroeléctricas contribuirán con alrededor de 2.700 MW lo que mejorará la productividad del país”, dijo Correa.

Todo esto garantizará, entre otras cosas, la energía para el funcionamiento de los 3 millones de electrodomésticos. De esa manera se eliminará el uso del gas licuado de petróleo en los hogares.

Sin embargo, el Presidente adelantó que las cocinas de inducción representan una demanda de 800 MW que se logrará cubrir hasta 2016, pero de todas formas se necesitarán construir más hidroeléctricas. La de Chontal (Pichincha e Imbabura) y Cardenillo (Azuay y Morona Santiago) ya se encuentran en estudio.
Beneficios de Toachi-Pilatón

En época de estiaje en la cuenca oriental, donde está la mayor hidroeléctrica, el país se ve obligado a generar mucha más electricidad con combustible. “Esta obra fundamentalmente está eliminando ese combustible”, explicó el gerente de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), Eduardo Barredo.

Toachi-Pilatón inició su construcción en mayo de 2011 y actualmente registra un avance del 51%. Esta hidroeléctrica que está compuesta por 2 centrales en cascada: Sarapullo y Alluriquín, y una mini central, contribuirá con 254,4 MW al Sistema Nacional Interconectado y aportará con 1.100 gigavatios por hora (Gw/h) a partir de 2015.

Esta iniciativa significa 4 veces la demanda de energía de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas y representa una potencia del 8% de la demanda del país.

Al mismo tiempo, Toachi-Pilatón fortalecerá la soberanía energética, remplazará la generación térmica y reducirá las emisiones de CO₂ en aproximadamente 0,56 millones de toneladas al año. Además sustituirá la importación de energía y creará 1.565 fuentes de empleo directo.

Este sistema está localizado entre las provincias de Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Cotopaxi. Por lo tanto, aproximadamente 2.971 habitantes de los cantones Mejía, Santo Domingo de los Tsáchilas y Sigchos serán beneficiados directamente, además de otros 14.416 indirectamente.

Las prácticas de compensación incluyen programas de desarrollo integral y sostenible mediante estudios de agua potable y alcantarillado, asistencia técnica para el desarrollo de emprendimientos pecuarios, agrarios y turísticos, así como la dotación de material para el mejoramiento de las vías y controles de salud epidemiológicos.

La población se beneficiará con el proyecto

“Si la comunidad no se beneficia de este proyecto, éste debería pararse por ley”, manifestó el Presidente frente a las protestas realizadas por los dirigentes de las parroquias Pampas Argentinas (Pichincha), Palo Quemado (Cotopaxi) y Miravad (Pichincha).

Un poblador de Pampas Argentinas dijo que no se han ejecutado consultorías anteriores en temas de agua y salubridad. Igualmente pidió que se potencie la producción agrícola y ganadera, la cual aún es “muy insignificante”, lamentó el ciudadano.

Además reclaman la inestabilidad laboral o despidos intempestivos que se han producido. Por otro lado, Diana Vargas, de la parroquia de Alluriquín, cree que sí se han creado fuentes de trabajo, mejorado carreteras y se ha incrementado la plusvalía de las fincas.

El presidente Correa pidió a sus colaboradores un informe de todo esto pero expresó que “con base en su experiencia, la queja aunque razonable fue mínima”.