La población de Ecuador está en noveno lugar entre las más saludables de América Latina, de acuerdo con una clasificación que utiliza datos de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud, que fueron analizados por Bloomberg Ranking.

Para identificarlos, la empresa creó puntuaciones de salud y las valoraciones de riesgo de enfermedades para los países con poblaciones de al menos un millón de habitantes.  La evaluación  se basa en las tasas de mortalidad en cada país, mientras que la puntuación de riesgo se refiere a diferentes factores que pueden limitar el bienestar de una persona, como la proporción de jóvenes que fuman, el consumo de alcohol por persona y el número de inmunizaciones. La presencia del VIH también fue considerado.

El Banco Mundial pidió que los países sean divididos en 3 grupos dependiendo del ingreso económico promedio de la población. Esta variable se aplicó porque el factor dinero incide en el acceso a medicinas y servicios en la población, en especial en naciones pobres.

En este análisis, el país más sano en América Latina es Costa Rica, que tambien ocupa el lugar 24 en la nómina mundial.

En la clasificación global Chile está en el puesto 27, seguido por Cuba. México está en el número 37, Panamá en el 38, Ecuador en el 47, Argentina en el 48, Colombia en el 58, Venezuela en el 61.

Los peores índices de la región los muestran El Salvador (78) , Guatemala (83) y Bolivia ocupando el número 93 del ranking.

El estudio realiza también una lista de los 10 países mejores puntuados en el mundo. En este grupo no entra ningún país del continente.

Singapur es el país más saludable del planeta y recibe una calificación global de 89,45%. Italia está en segundo lugar con 89,07%, mientras que Australia viene en tercer lugar con 88,33%.

Los países de Asia y Europa dominan el ranking. Israel, en sexto lugar, es el único país de Oriente Medio para lograr el top 10.

El Foro Económico Mundial enfatiza que la definición de “saludable” está abierta a la interpretación. Una clasificación que define un estilo de vida “saludable” por su calidad —en lugar de su longitud (esperanza de vida)— podría excluir a los países de bajos ingresos que reportan altos niveles de felicidad. (I)