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Derechos de los periodistas están incluidos en la norma
Los derechos laborales y las garantías que deben tener los periodistas para realizar su trabajo están contemplados en el proyecto de Ley Orgánica de Comunicación.
En la sección IV del proyecto de ley, que ahora se socializa entre diferentes sectores, se establecen como derechos de los comunicadores, entre otros: la cláusula de conciencia (para garantizar independencia), mantener el secreto profesional y que los empleadores doten de los recursos económicos, técnicos y materiales suficientes para el ejercicio profesional.
También se puntualiza el derecho a una remuneración justa y la afiliación a la seguridad social, según sus funciones y competencias.
La investigadora Isabel Ramos resalta que el proyecto incorpora varios derechos para los colaboradores de los medios de comunicación, en donde se “recupera la dignidad de un trabajo muy sacrificado”. Destaca que actualmente entre “el 60 y 70% de los medios privados están en pocas manos, un hecho inadmisible en un estado democrático”, y lamenta que a pesar de esa situación, “el papel de los trabajadores de la prensa y sus derechos laborales han sido excluidos de los debates”.
A criterio de la especialista, las condiciones de trabajo son impuestas por los dueños de los medios, quienes violan las normas más esenciales y convierten a los profesionales en pasantes para precarizar su trabajo. Agrega que no les reconocen los valores correspondientes a viáticos y movilización para sus coberturas, además de que son protagonistas de extensas jornadas laborales y no se les da procesos de capacitación continua.
Mauro Cerbino, especialista de la Flacso, comparte el criterio. Para él, el proyecto de ley “tutela” los derechos laborales de los trabajadores de los medios de comunicación. Dijo que este es “un aspecto poco atendido en la ley actual y en el Código de Trabajo, los cuales -argumentó- no precisan una remuneración justa, protección en caso de riesgos, así como la provisión de recursos y materiales necesarios.
Por este motivo, según el asambleísta oficialista Armando Aguilar, “muchos periodistas están a favor del proyecto, porque en este se defenderán sus derechos laborales”.
Su coideario Jaime Abril coincide con esa afirmación y enfatiza que es necesaria una ley que regule los abusos contra los trabajadores de los medios de comunicación.
El legislador revela que en Cuenca “hay medios impresos que han amasado una gran fortuna, pese a lo cual sus empleados apenas ganan el salario básico”. Este es el caso de los periodistas de medios radiales.Mauricio P. trabaja desde hace siete años en una radio privada.
Su salario se mantiene en 300 dólares. El caso es similar al de Carolina C., quien recibe 350 dólares mensuales, “y no nos dan dinero para las movilizaciones, ni facilidades para ejercer la profesión, pero nos exigen trabajo de calidad”. Fernanda F. trabajó por cerca de seis años en un periódico nacional. Durante este tiempo, su remuneración se mantuvo en 550 dólares, mientras que los sueldos de otros periodistas eran de 1.500 dólares. Para ella, sería necesario “que se cree un escalafón que defina el salario del comunicador”.
En enero de este año, el presidente de la República, Rafael Correa, dijo que se definió el salario de los periodistas, como actividad comunitaria, en 631 dólares. Por ello, un comunicador comunitario pasaría de 287,29 dólares a 400 dólares. Mientras que un director nacional o periodista titulado recibiría de 451,75 dólares a 631,19 dólares.
Reserva de la fuente
Otro de los aspectos contenidos en la ley es el derecho a la reserva de la fuente. El artículo 39 señala que ninguna persona que difunda información de interés general podrá ser obligada a revelar la fuente de la información. El tema fue calificado como favorable por varios presentadores de televisión consultados.
“Consideramos positivo el hecho de que a través de este documento se respeten los derechos a la reserva de la fuente y el derecho profesional”, dijo Janeth Hinostroza, durante un foro de socialización del proyecto, pese a las observaciones que tiene frente al documento. Esto, para María B., otra periodista, es favorable. Recuerda que en un periódico nacional que trabajó, “mis jefes me obligaban a poner quien me daba la información, a pesar de que el entrevistado pedía reserva”.
Precisamente eso es lo que ha permitido que la propuesta legal sea respaldada por organismos nacionales e internacionales, como la Agencia Latinoamericana de Información y asociaciones Latinoamericana de Educación Radiofónica, Mundial de Comunicadores Cristianos, de Radios Comunitarias y los colectivos Pro Derechos Humanos y Corape.