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Derecho a la réplica
Señor
Orlando Pérez
Director del diario El Telégrafo
De mis consideraciones:
En lo que representa una nueva muestra del lamentable estilo parcializado y poco veraz que “El Telégrafo” ha adquirido en los últimos años, la nota titulada “Un ex PSC que no es de derecha ni de izquierda sino ¿de todo lo contrario?”, publicada en el espacio completo de la página 5 del martes 20 de noviembre de 2012, está plagada de falsedades, distorsiones maliciosas y tergiversaciones interesadas de la realidad, algunas de las cuales a continuación señalo:
1. En la sección “Lo más destacado” de la portada de “El Telégrafo” de la fecha en mención, que anuncia la nota cuestionada, se dice: “Rodas piensa replicar el Modelo de la Eurozona si llega a Carondelet”. Yo jamás he señalado aquello y por lo tanto emplazo públicamente a “El Telégrafo” a que demuestre lo contrario mediante la correspondiente grabación de la entrevista que me fue realizada. Espero que en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió con respecto a la nota publicada por Ustedes el 7 de septiembre de 2012 en la que también distorsionaron mis afirmaciones, su respuesta no vuelva a ser: “perdimos la grabación”.
2. El malicioso, distorsionador y peyorativo titular de la nota “Un ex PSC que no es de derecha ni de izquierda sino ¿de todo lo contrario?”, así como el inicio de la nota que afirma “no se define ideológicamente”, revelan que el periodista de “El Telégrafo” no sólo no captó la esencia de mi mensaje en esa entrevista y en mis múltiples apariciones públicas, sino que además tiene una evidente mala intención. Con toda claridad señalé al periodista de “El Telégrafo” que yo me ubico ideológicamente en el centro progresista y que mi bandera ideológica está concretamente definida en los 23 puntos que conforman el “Modelo de Gobierno Responsable”, que quizá por ser un concepto ideológico moderno e innovador, como requiere el país para proyectarse al futuro, al parecer resulta ajeno al mencionado periodista.
3. Se me atribuye haber dicho que no leo la prensa pública, algo que jamás afirmé; aunque debo reconocer que en virtud del evidente sesgo político de este tipo de prensa, como los cuestionamientos que expongo lo ratifican, somos cada vez más los ciudadanos que estamos tentados a no leerla.
4. Respecto a la militancia socialcristiana durante mi juventud, la nota también induce a interpretaciones equivocadas. De manera absolutamente clara expliqué que fui parte de esa tienda política a los 19 años y solamente durante un breve período de mi juventud, pues posteriormente salí del país, habiendo presentado mi desafiliación hace casi una década, aunque en la práctica mi militancia cesó mucho tiempo antes. Jamás fui candidato a nada, ni parte de ningún gobierno nacional o local, es más, nunca he estado en el sector público. Afirmé, asimismo, que producto de mi experiencia académica y profesional de varios años en el extranjero, mi pensamiento político ha evolucionado y hoy impulso conceptos ideológicos modernos, diferentes a los que defiende el Partido Social Cristiano.
5. La nota señala falsamente que yo no traduzco “lecturas de autores u obras importantes”, cuando específicamente relaté mi identidad con autores como Amartya Sen, Joseph Stiglitz o Robert Putnam, quienes con sus ideas dan sustento a mis conceptos ideológicos.
6. En lo que resulta una insólita muestra de nulo profesionalismo –que podría rayar incluso en mala fe-, en el texto de la nota se me atribuye, por un lado, haber dicho “Eso sí quiero que me citen, yo estoy en contra del modelo neoliberal”, como en efecto afirmé. Sin embargo, y de forma totalmente contradictoria, entre las frases destacadas que aparecen con mayor tamaño en la nota, se me atribuye también haber dicho exactamente lo contrario: “Yo no estoy en contra del modelo neoliberal…”, algo que evidentemente jamás he señalado. En otras circunstancias, esto podría ser interpretado como un error involuntario, pero dados los lamentables antecedentes con “El Telégrafo”, existen sobradas razones para sospechar que se trata de un afán deliberado por alterar la verdad.
Todas estas distorsiones malintencionadas, que para otros hubiesen sido incluso causa para iniciar millonarios juicios, no hacen sino desenmascarar la real intención de “El Telégrafo” de afectar a la única candidatura presidencial de una nueva generación, no de edad sino de ideas, que sigue ganando más adeptos, en circunstancias en que el modelo actual de gobierno ya se encuentra agotado.
Considerando que la nota referida ha sido publicada en la página 5 completa, con fotografías y a todo color, en ejercicio del numeral 7 del art. 66 de la Constitución, que me otorga el “derecho de una persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por un medio de comunicación social, a la correspondiente rectificación, en forma inmediata y obligatoria, en el mismo espacio”, solicito comedidamente que en el Diario de su dirección se publique la presente solicitud de rectificación, sin editar ni recortar, en el mismo espacio de la página 5 completa, a todo color.
Dr. Mauricio Rodas Espinel, candidato a la Presidencia de la República - SUMA