La Policía descubrió dos cadáveres envueltos en plásticos negros y enterrados en una fosa de un metro y medio de profundidad, uno encima del otro.

Según un comunicado del Ministerio del Interior, el hallazgo se efectuó la tarde del domingo en unos matorrales del recinto El Morocho, zona rural de Vinces, provincia de Los Ríos. En el lugar había tierra removida junto a unos troncos de madera y una caña de unos 6 metros de altura, que estaba parada con una funda plástica azul en la punta.

Los uniformados, con ayuda de la comunidad, excavaron por una hora hasta encontrar los cuerpos, que estaban en estado de descomposición y que fueron llevados a Guayaquil, donde se realizan pruebas de ADN para determinar su identidad.

Según personal de la Unidad de Delitos Contra la Vida (Dinased), una ciudadana colombiana denunció que su hermano y un amigo de nacionalidad ecuatoriana habían desaparecido el 19 de mayo pasado. Ambos salieron desde San Lorenzo (Esmeraldas) rumbo a Guayaquil a comprar un vehículo. La última vez que se los vio fue a través de las cámaras de seguridad de un banco en la avenida las Américas, frente al aeropuerto de Guayaquil, donde retiraron $ 10 mil.

Al rastrear el teléfono de uno de los desaparecidos, la Policía constató que el equipo estaba en poder de una menor de edad en Vinces. La joven reveló que un ciudadano se lo había vendido. Al tratar de localizarlo, la Policía se enteró que el mencionado sujeto había quemado su casa ubicada en la parroquia Antonio Sotomayor, para luego huir.

Los agentes inspeccionaron los terrenos donde estaba la vivienda y hallaron los cuerpos sin vida. Se investiga si los restos pertenecen a los desaparecidos.