El presidente de la República, Rafael Correa, confirmó que viajará este viernes a Caracas, Venezuela, para participar en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).

Durante un conversatorio ayer, con la prensa en Guayaquil, Correa dijo que Ecuador acude a esta cita con muchas expectativas y la aspiración de que se cree un nuevo organismo regional que reemplace a la Organización de Estados Americanos (OEA).

El Jefe de Estado cuestionó la estructura misma de la OEA, la cual dijo tiene un peso muy importante de los Estados Unidos e históricamente ha servido para defender los intereses de ese país.

Enfatizó que esa organización históricamente sirvió para defender los intereses de Washington, al recordar que a Cuba la expulsaron por su Revolución, pero con Chile no hicieron lo mismo con la dictadura de Pinochet.

En la guerra de las Malvinas, agregó, debió acabarse la OEA porque se violó el Tratado Interamericano de Protección Recíproca cuando Estados Unidos no apoyó a uno de sus países miembros, sino a uno extra regional.

Manifestó que como latinoamericano le molesta, por ejemplo, tener que ir a discutir el tema de Honduras en Washington.

"Tenemos que hacer un cambio profundo en el sistema actual y construir un modelo latinoamericano, que discutamos nuestros problemas en la región y no en Washington, en función de nuestras propias realidades", puntualizó.

Asimismo refutó que organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, que nació con el Pacto de San José en 1969 para defender a ciudadanos contra las dictaduras, ahora defiendan a los grupos que apoyan esos regímenes.

Destacó el contrasentido de que lleven a Ecuador a Washington porque "se ha enjuiciado a los poderosos", en referencia a la remisión a ese foro de su juicio por injurias contra los autores del libro El Gran Hermano, donde se ha afirmado que el Mandatario conocía de los contratos de su hermano con el Estado.

"¿Por qué llevan el juicio de El Gran Hermano que no es penal sino civil? Porque quieren estar por encima del bien y del mal, es decir de la justicia y que nadie les pueda decir nada para seguir injuriando, insultando o sometiendo Gobiernos", expresó.

Recalcó que ha llegado el momento de decir ¡Basta!, de tener que ir a discutir estas cosas en Washington. Subrayó su convicción de que se requiere un cambio profundo en el sistema interamericano y que básicamente sea latinoamericano, "porque es claro el poder gravitante de Estados Unidos", puntualizó.