Alrededor de las 12:30, la marcha de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas arribó hasta el Consejo Nacional Electoral (CNE). El candidato presidencial Alberto Acosta y otros delegados ingresaron para mantener una reunión con el titular del organismo, Domingo Paredes, para expresarle su inconformidad con el proceso de revisión de firmas.

En la cita, que duró pocos minutos, no se llegó a ningún acuerdo. Según el CNE, los representantes de la Coordinadora "no presentaron ninguna propuesta, ni argumento".

La movilización partió la mañana de este viernes desde el Parque El Arbolito, encabezada por dirigentes del Movimiento Popular Democrático (MPD) y Pachakutik (PK). En tanto que Acosta se sumó después.

Los protestantes rechazaron la descalificación de las firmas del MPD y PK en el proceso de revisión. "Nosotros vamos a defender la democracia, los derechos de participación de las organizaciones y creemos que el Consejo Nacional Electoral ha violado la Ley", sostuvo Gustavo Larrea, del movimiento Concertación.

Puntualizó que "bajo protesta" en los próximos días presentarán al menos el triple de firmas de las que el CNE ha determinado que les falta a dichas agrupaciones políticas.

Por su parte, Lourdes Tibán, de Pachakutik, sostuvo que la movilización también fue para dejar sentada la "inconformidad" de la Coordinadora de Izquierdas al "servilismo" del organismo electoral, al denunciar una supuesta interferencia del Gobierno en las funciones del Estado.

En ese sentido, Larrea añadió que marcharon también para "decirle al CNE que por dignidad debe renunciar, que no hay una claridad y transparencia en el proceso electoral".

Durante su recorrido aprovecharon para recoger firmas de los transeúntes y participantes, incluida la de la ex asambleísta Martha Roldós, quien se apuntó a Pachakutik.

Más temprano, el acalde de Quito, Augusto Barrera, señaló que hasta las 8:00 no había recibido solicitud alguna de ninguna organización para la realización de la movilización, según publicó la Agencia Andes. No obstante, se coordinó un operativo de movilidad básica.

La Policía y las Fuerzas Armadas también desplegaron elementos para resguardar la seguridad. Hasta el momento no se ha informado de desmanes.

De su lado, el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe, dijo más temprano en declaraciones recogidas por Radio Sonorama que varios buses con adherentes a las protestas, provenientes de diferentes provincias del país, fueron detenidos en la zona de Machachi, e impedidos de ingresar a la ciudad para participar en la movilización.

Al respecto se refirió esta mañana el ministro del Interior, José Serrano. Desmintió que se tratara de 13 buses como afirmó Quishpe, sino de uno que no tenía frecuencia y que transportaba aproximadamente 20 personas.

Agregó que no es culpa del Gobierno que no tengan poder de convocatoria, al aludir a que la movilización no tuvo la acogida que los organizadores esperaban. Atribuyó ello a "su falta de credibilidad".