"Han sido dos días tremendamente intensos y emotivos", sostuvo el presidente Rafael Correa durante la posesión popular que se llevó a cabo en la explanada del centro cultural Simón Bolívar, en Guayaquil, que se quedó corta para los cientos de personas que llegaron al sitio.

Algunos de los que acompañaron al Mandatario en este evento estuvieron primero en el enlace ciudadano que se realizó en el parque Samanes, al norte de la urbe. Ese fue el caso de los representantes del Distrito 1 de Guayaquil, uno de los primeros grupos en instalarse en la explanada.

Durante su intervención, Correa repitió parte de su discurso del día de la posesión oficial, en el que resaltó como el mayor logro la recuperación de la esperanza y la autoestima de los ecuatorianos.

Expresó sentirse feliz porque ahora evidencia un Ecuador "totalmente diferente al que recibimos", aunque "todavía muy lejano de aquel país que soñamos".

"Aún falta mucho por hacer, no nos podemos engañar, pero hemos recuperado la dignidad y esa no nos la quita nadie", dijo Correa en ese sentido.

"Ya no existe ese país desesperanzado, desmoralizado, desconcertado, desunido (...) hemos superado esos complejos que nos impusieron las élites y los medios de comunicación", apuntó.

De su lado, el vicepresidente de la República, Jorge Glas, reiteró que en estos próximos cuatro años la revolución entrará en un proceso de profunda transformación y que dará un salto hacia el desarrollo y la industrialización.

"Hemos dados pasos gigantes, pero tenemos que dar en estos próximos cuatro años esos pasos irreversibles al desarrollo, hasta que no quede ni un solo ecuatoriano sin oportunidades", finalizó Glas para dar paso a juegos pirotécnicos que iluminaron el cielo sobre el río Guayas durante varios minutos.

Previamente, artistas nacionales hicieron bailar y cantar a los asistentes. Entre ellos estuvieron Karla Canora y Beatriz Gil. Al final del evento se presentó el cantautor argentino Alberto Cortez, uno de los artistas preferidos de Correa.