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Castillo: “La asambleísta que nos representó nos traicionó”

El ex alcalde de Loja, Bolívar Castillo, es uno de 137 legisladores que conformarán la nueva Asamblea. En su lista de prioridades está concretar la desconcentración del Estado y asegura que no será parte de esa “oposición ridícula” que estancó el trabajo de la actual Legislatura.  

En este periodo legislativo el ARE (Acción Regional por la Equidad) perdió la única curul que tenía con Nívea Vélez. ¿Cómo evalúa el trabajo de la asambleísta?

Debo pedir disculpas al país por lo que ahí sucedió.  La representación del ARE en la Asamblea  debía  plasmar proyectos ideológicos claros,   no  llegar a detener procesos de transformación ni   chantajear como  ocurrió después.  Primero se colocó en una posición  sumisa a la línea del Gobierno  para luego conseguir el Seguro Social y como no lo logró se pasó a la oposición en un plan de bloqueo de todo lo que el Gobierno quería hacer, en  ese tipo ridículo de oposición. La asambleísta que nos representó   nos traicionó.   

¿Qué propuestas quedaron inconclusas con esa “traición”?

ARE es un movimiento ideológico que busca darle al país una estructura de equidad territorial como base del desarrollo económico y social.  La única política social que tiene sentido es la incorporación de todos a la actividad productiva de bienes por servicios en términos de  competitividad global, mas no de sobreprotección ni terapia ocupacional. Pero ella dejó los postulados del ARE para colocarse de incondicional al grupo que lideraba Fernando Cordero y algunas veces no votó  porque se  salía  de la sesión o votaba en blanco. Nosotros no podemos confiar en personas así y la sacamos del ARE, y enseguida ella formó su propio movimiento. 

Con esa experiencia, ¿cómo actuará en una Asamblea  que tendrá un solo bloque con mayoría  absoluta?

Existe el peligro de volverse un paquete inservible si no se abre la posibilidad de participación  de todos en el cuerpo normativo del Estado,  porque tampoco se puede decir que ahora la Asamblea del Estado se trasladó a las calles Shyris y Suecia. Está bien que ahí exista una coordinación y se preparen para las próximas  elecciones, pero  en el Parlamento debe existir  un ejercicio de  buena legislación. 

¿Y cuál debe  ser el aporte de las nuevas minorías en ese proceso?

Actuar con objetividad, con sentido cívico.  No se trata de parar los cambios ni de empantanar el  ejercicio de quien ahora lidera el Gobierno  por  mandato del pueblo, sino que debemos  contribuir  para que esos cambios se hagan realidad.
Pero ya hay legisladores electos que invitan a formar un bloque de oposición, por ejemplo, la electa por CREO, Mae Montaño

Ella tiene derecho a autodefinirse, porque cuando uno se mira al espejo  siempre se autodefine, pero la realidad es una simplemente. En lugar  de pensar que el Parlamento se convertirá en una  batalla entre   David y Goliat  tenemos que abrir la mente para trabajar en función del  país, para hacer realidad los cambios que necesita. Y  mi propuesta es  precisamente aportar en el ámbito de la organización territorial: quiénes hacen qué  y con qué.

Entonces, ¿qué   pasará con ese bloque de minoría que está resuelto  a hacer oposición?

Mire, yo ya tengo canas como para pensar que cuando llegue a la Asamblea tengo que matricularme en la escuelita de la  sumisión oportunista subiéndome al carro de  Alianza PAIS o  en la escuelita del bloqueo irresponsable  para   preparar las siguientes elecciones. He sido parlamentario en el Gobierno de Febres-Cordero con la Democracia Cristiana y recuerdo bien lo que pasó ahí:  todos se unieron en el famoso “frente progresista” para pararle el carro a Febres-Cordero, quien recibió los votos del pueblo para ser presidente. Entonces,  el primer proyecto  fue uno para tomarse la Corte de Justicia y nombraron  una Corte espuria, pero   Febres-Cordero envió los tanques y nombró a otra Corte también espuria. En 2007 fui electo diputado por el ARE y   me encontré con la empacadora: socialcristianos, izquierda democrática… unidos para bloquear a Rafael Correa, pero ¿hay derecho a eso? ¿puede la unión de  minorías formar mayorías para bloquear la voluntad de un pueblo? Yo apoyé los  cambios   y por eso me nombraron enemigo número uno de Guayaquil, de Esmeraldas…

¿En qué consistirá su apoyo? ¿Votará con Alianza PAIS?

Votaré en lo que haya que votar, pero también participaré en la medida en que me  permitan hacerlo, porque si van a estar en cuartos cerrados para resolver en Alianza PAIS y llevar   al pleno   una caja de pandora y que nadie pueda decir nada, ya no será mi culpa. Yo pretendo que entiendan que soy un ecuatoriano más    que, al igual que Rafael Correa, Ricardo Patiño y Fernando  Cordero, estoy empeñado en aportar. Yo vengo de una ciudad pequeña que con poco presupuesto logró ser un paradigma a nivel internacional y lo mismo podemos hacer con el país, pero no con apoyos oportunistas como los que le aprobaron la Ley de Inquilinato o la Ley de Servicio Público.

Cuando en 2006 Correa dijo que apoyaría un solo régimen de remuneraciones para el sector público nosotros lo apoyamos, pero qué salió del Parlamento: una  Ley de Servicio Público   con varias excepciones para militares, policías, maestros…
Pero a más de las leyes que pretende reformar, la actual Legislatura tiene varios proyectos  estancados

Sí, están las leyes de Aguas, Culturas, Comunicación…. Y de  esa última, ninguno  de los cuatro proyectos presentados por Rolando Panchana, Lourdes Tibán, César Montúfar y Mauro Andino     logró  aprobarse ni topó el problema de fondo: la manipulación de la política a través del manejo mediático.

¿Y cómo se evitaría  eso?

Garantizando una verdadera pluralidad y   respeto a la opinión de la gente, sabiendo que un medio de comunicación es solo eso y no dueño de la opinión pública, ratificando que un medio  debe dar información veraz y sancionar de manera inmediata cuando se afecte el honor de una persona. En mi caso, la farándula política de Loja, que necesita desaparecer del mapa, decidió contratar sicarios verbales para que digan de mí todo lo que se les ocurre e incluso trajeron a la Comisión de la Verdad  diciendo que durante mi alcaldía se habían violado los derechos humanos. Se inventaron un cuento sobre que en Loja había aseo y orden porque cuando asomaba un borrachito la Policía Municipal los arrestaba para luego abandonarlos en la selva. Y cuando decido iniciar un juicio (contra el periodista   Freddy Aponte) vaya a ver si avanza. Por eso en una audiencia de estrados en la Corte Suprema de Justicia dije claramente: en buena hora que no está aquí  el autor del delito sino quienes pagan para que se cometa ese delito porque ahí estaba Francisco Vivanco (propietario de La Hora) y el ahora asambleísta electo Ramiro Aguilar, quienes defendían a Aponte. 

¿Cree que sí es necesaria una Ley de Comunicación?

Absolutamente. Usted no le puede dar una radio a la familia Pérez (de El Universo) o   Coronel (Teleamazonas) para que la administren como una tienda, eso es una cátedra que debe ser evaluada anualmente. Para eso necesitamos un organismo de control que no dependa de ninguna función del Estado, pero que esté integrada por magistrados, y debe existir un consejo independiente del Gobierno que lleve adelante un control efectivo para evitar todas esas tropelías que se cometen aquí.

Otro de los temas abordados durante la última campaña electoral fue una reforma constitucional. ¿Tiene alguna propuesta al respecto?

Estoy totalmente de acuerdo con el Presidente de la República en que hay que aprovechar la mayoría absoluta que el pueblo le dio para corregir los excesos de la novelería seudoizquierdosa metida en Montecristi, todo ese garantismo inútil  que pensaba eliminar la pobreza por decreto.

Eliminar eso de todos y todas, niños y niñas, ciudadanos y ciudadanas... para construir una Constitución sencilla. Tenemos 96 votos -porque yo me uno allí y creo que otros más lo harán-  no para quitarle los avances extraordinarios que tiene en cuanto a derechos y garantías, pero sí para mejorar la   estructura del Estado y  facilitar la aplicación de esos derechos.

Otro tema grave  es el  aseguramiento  universal que, según la Constitución,  no dependerá de su situación laboral, pero ¿qué aprobamos en la Consulta Popular de 2011?  Que se meterá  preso  al patrono que no afilie  a sus empleados. Eso es una contradicción. También se excluye del sistema universal a  policías, militares y maestros, el grueso de los aportantes con cuyos ingresos se podría mejorar el sistema. 

También se debe eliminar eso de los contratos colectivos porque las entidades públicas no generan utilidades, entonces no es posible aprobar esa clase de garantismos. En cuanto a la Ley de Comunicación también se debe establecer que un periodista que debe afrontar un proceso de difamación no puede seguir laborando en el medio y por eso los juicios deben ser ágiles.  Mire, Aponte, el día posterior al cierre de campaña,  le decía a la gente: “si no quieren que me quede sin empleo y que mis hijos no sufran, no voten por Castillo”.    

Aunque usted va a la próxima Asamblea, ¿está interesado en volver a la Alcaldía de Loja?

Ganas no me faltan, pero hay que ser responsable. Lo haría solo si el presidente Rafael Correa se comprometiera a darme el apoyo estatal para concretar proyectos pendientes, porque en un país centralista   es complicado hacer muchas cosas.  Así haremos de Loja y Ecuador una nación paradigmática, porque también estoy de acuerdo con el análisis internacional que ha hecho el Presidente: ¿por qué tiene que haber países con derecho a veto  en la ONU y otros no? ¿por qué unos países sí pueden tener más de 10 mil ojivas nucleares listas para ser lanzadas -incluido Israel- y otros “cholos” no pueden tener energía nuclear? Ecuador tiene que abrir trocha en el mundo.

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