La jefa de la Comisión Negociadora para el Yasuní ITT, Ivonne Baki, defendió los logros obtenidos en apenas tres meses para recaudar recursos en la sociedad civil mundial, lo que ha permitido hasta la fecha recaudar USD 75 millones.

"La bola de nieve ya se movió, ahora no hay nada que la pare, es un movimiento mundial y tenemos que sentirnos orgullosos que el Ecuador lidera esta iniciativa", puntualizó la negociadora durante una entrevista televisiva en Ecuavisa.

Baki reconoció que la iniciativa se presentó hace 4 años, pero solo como una idea revolucionaria, pero recién el año pasado se creó el fideicomiso internacional, en junio de 2011 se conformó el directorio y desde septiembre se empezó a palpar los resultados económicos.

"No son solo palabras, sino hechos con los recursos respectivos que poco a poco se acumulan", acotó. Paralelo a estos aportes continúan las negociaciones directas  con los gobiernos, incluso existen países como Georgia, Australia y Turquía que se acercaron voluntariamente a interesarse por la iniciativa.

Según Baki  existen dificultades por la crisis económica internacional y la difícil situación política en países árabes, sin embargo Qatar, Emiratos Árabes, Kuwait comprometieron su apoyo.

"Queremos que la iniciativa se convierta en un movimiento verde por la paz y la vida, desde la mitad del mundo, pues el único país que esta haciendo algo real para combatir el calentamiento global, es el Ecuador", indicó.

Además existen aportes importantes de empresas privadas nacionales y extranjeras, mencionó  a Ever Fresh (exportadora de banano), Odebrecht (constructora), Quiport (aeropuerto de Quito) y en pocos días se concretará una donación importante de una empresa china.

En tanto que esta mañana, el presidente Rafael Correa ratificó que en diciembe se evaluará la factibilidad del proyecto. 

"Es una iniciativa de ruptura a nivel mundial, pues baja de la retórica a los hechos", sostuvo, destacando que si en realidad se desea combatir el cambio climático, se debe evitar la quema de combustibles fósiles, que en este caso son más de 400 millones de toneladas de CO2.

"Pero cuando las papas queman ahí veremos quién es quién", dijo instando a la conciencia de los países que más contaminan y, especialmente, las grandes corporaciones.

Ratificó una vez más que de no darse el escenario adecuado e ideal, siempre ha existido un plan B, que supone la explotación del petróleo del yacimiento, para financiar el desarrollo del Ecuador.

"Hemos hecho una propuesta concreta, donde el mayor sacrificio lo pone Ecuador, renunciando a miles de millones de dólares, pero tampoco puedo matar de hambe a mi gente, cuando los culpables del cambio climático están cruzados de brazos. Si no se corresponsabiliza la comunidad internacional, tendremos que explotar con todos los cuidados ambientales y sociales ese petróleo", indicó.

Agencia Andes, El Ciudadano