Las provincias de Manabí y Azuay enfrentan problemas por las drásticas condiciones climáticas.

Mientras en la primera de ellas las lluvias causan inundaciones, en la otra la sequía y el calor provocan incendios forestales.

En el suelo manabita, aproximadamente 10 casas se inundaron en el sector Estancia Vieja, de la parroquia Colón, en Portoviejo. Ello luego de las fuertes precipitaciones caídas en la tarde y noche del domingo. La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) activó y coordinó acciones de respuesta por el aumento de la creciente de la quebrada Mapasingue, que anegó varios sectores.

El mayor inconveniente fue el taponamiento del puente San Judas Tadeo. Maquinaria del Gobierno Provincial de Manabí trabajó en el lugar con retroexcavadoras y volquetes retirando la palizada.  

No se registraron damnificados.  El jefe del Cuerpo de Bomberos de Portoviejo, Jorge González, explicó que evacuarían el agua y lodo que ingresaron al dispensario de salud de la localidad con el personal del cuartel de Colón.  

“El trabajo para estos sucesos es en conjunto”, sostuvo.

Mientras tanto, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE), cantonal de Olmedo, se instaló ayer para evaluar el impacto de las recientes lluvias.

Sequía en el Austro

El clima seco y el sofocante calor en el suelo azuayo causó incendios en los bosques el fin de semana y también ayer. El Cuerpo de Bomberos acudió a no menos 10 incidentes en diferentes sectores de la provincia y del cantón Cuenca.

“Hay desastres que son provocados por las personas”, indicó Jonathan Quintanilla, miembro de la casaca roja de la capital azuaya.

Otros siniestros ocurrieron en los  sectores de Baños, Llacao, Tarqui, Ricaurte, entre otros.

En la provincia no llueve hace más de 15 días, afirmó Galo Sánchez, director de Gestión y Riesgos Zona 6. (I)