Pablo Fajardo, abogado de los afectados por la trasnacional Chevron en la Amazonía ecuatoriana, negó hoy que el anunciado acuerdo de la petrolera con un presunto financista de los demandantes vaya a afectar el proceso legal en curso.

"No afecta en nada, porque James Russell de León no invierte ni un solo centavo en este juicio", aseveró Fajardo.

Para el jurista ecuatoriano, lo único que demuestra el supuesto acuerdo con el magnate norteamericano de los juegos online -quien según la trasnacional habría apoyado financieramente a los demandantes- es que Chevron es incapaz de defenderse legalmente, y por eso, remarcó, "opta por perseguir a los defensores de las víctimas".

"Tienen la teoría de que si logran dejar a los afectados sin abogados, las víctimas dejarán de luchar", agregó Fajardo, quien representa a los cerca de 30 mil ecuatorianos que a finales del siglo pasado demandaron a la trasnacional estadounidense por el daño ambiental que causó su filial Texaco en la región amazónica del país.

Chevron, sin embargo, se niega a acatar el fallo de un tribunal ecuatoriano que en 2011 la condenó a pagar una indemnización de nueve mil 500 millones de dólares a los afectados por las malas prácticas extractivas que utilizó.

La petrolera apeló el veredicto ante una corte de Nueva York, cuyo juez falló en marzo del año pasado a favor de la compañía, que también demandó a Quito ante un tribunal de arbitraje internacional por supuesta denegación de justicia, e incumplimiento de un tratado bilateral con Estados Unidos que entró en vigencia cinco años después de la salida de Texaco de Ecuador.

Datos oficiales del gobierno ecuatoriano señalan que durante los casi 30 años que operó en la zona, Texaco derramó 16,8 millones de galones de petróleo en el ecosistema, vertió otros 18,5 mil millones de galones de aguas tóxicas en los suelos y ríos, y quemó al aire 235 mil millones de pies cúbicos de gas.

Para denunciar al mundo la contaminación, el presidente Rafael Correa inició en septiembre de 2013 la campaña La Mano Sucia de Chevron, que promueve la visita de personalidades internacionales a Aguarico 4, uno de los campos petroleros operados por la compañía en la provincia amazónica de Sucumbíos, y donde los residuos de crudo todavía brotan a la superficie y se mezclan con el agua de los ríos