Paraguay.-

El destituido presidente paraguayo Fernando Lugo denunció en octubre de 2009 que había una  campaña en su contra por sectores de la oposición y no descartó que el vicepresidente Federico Franco, quien asumió la presidencia el pasado viernes, estuviera conspirando.

Lugo y el nuevo jefe de Estado impuesto ayer al pueblo paraguayo, luego de un juicio político, que duró 24 horas, aupado por la derecha que ocupa la mayoría en el Congreso (39 votos) tuvieron roces desde el inicio  del gobierno.

El destituido presidente paraguayo, quien tras unas históricas elecciones, desplazó al Partido Colorado (PC) que se mantuvo 61 años en el poder, tuvo enfrentamientos con su vicepresidente por su empeñó en una reforma agraria para acabar con el latifundio. Entre sus acciones destacan la desprivatización del sistema sanitario y su apoyo a una nueva constitución.

En referencia a la Reforma Agraria la relatora de las Naciones Unidas sobre Extrema Pobreza, Magdalena Sepúlveda, emitió un informe en donde calificó como imprescindible una reforma integral que modifique la estructura de la propiedad para asegurar la seguridad alimentaria de los paraguayos.

La oposición era visible durante el  gobierno del ex obispo católico puesto que el Congreso, de mayoría contraria, se encargó de boicotear un amplio conjunto de propuestas. 

En octubre de 2009, la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas denunció que sectores de la oligarquía y partidos de oposición estaban solicitando enjuiciar al mandatario, lo cual generaba el riesgo de un golpe de Estado, lo que era parte de una campaña de los sectores de la derecha, de la oligarquía latifundista, ganadera y sojera, resaltaron.

Por su parte, Franco en varias ocasiones dijo estar en condiciones para asumir la presidencia. Lo cierto es que los roces entre Lugo y su vicepresidente se alimentaron  por motivos que iban desde cambios ministeriales hasta la participación en actos públicos. Pero  fue el apoyo de Lugo a la entrada de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur) lo que marcó una evidente diferencia entre el Presidente y su segundo.

Actualmente, los Parlamentos de los otros miembros del bloque (Argentina, Brasil y Uruguay) han ratificado que Venezuela sea parte del mecanismo, menos el de Paraguay, pese a las ventajas económicas que reportaría la inclusión.

La Cumbre del Mercosur de la próxima semana -28 de junio- en Argentina permitirá que los Gobiernos de la región analicen su posición sobre Paraguay, afirmó el canciller de Brasil, Antonio Patriota. Y se tratarán las medidas que podrán ser adoptadas en el caso de que se considere que hubo una ruptura constitucional, añadió. 

"Hay varias formas de manifestarse, desde la no invitación a las autoridades que tomaron poder en Paraguay a participar en cumbres, hasta el enfriamiento de los contactos", aseguró Patriota. Durante este evento estaba previsto que Lugo asumiera la presidencia de este organismo. EE.UU. y Europa pidieron respeto a su decisión y el Vaticano saludó al presidente promulgado.