Grandes plumas: Víctor Manuel Albornoz
AMOR SIN TÉRMINO
Para buscar confort a su elegancia
el sapo se hizo arquitecto,
alzó sus planos
y con tres piedras del huerto
formó el lecho y paredes y cubierta
de su casa de bohemio.
Es un sapo romántico
que se cree poeta y forja versos,
que vive en la ilusión y la esperanza
y ahora tiene el corazón enfermo.
Como hace ya tres meses que el insomnio
va atizando una fragua en su cerebro,
se ha vuelto medio loco y así pasa
lamentando noche y día su desvelo,
no para hallar alivio,
sino más bien para rasgarse el pecho,
a que entonces -por las puertas de los ojos-
hecha llanto, salga la pena de adentro.
Cruel pasión le atormenta.
No quiere oír la prescripción del médico,
y, por no tomar el reconstituyente
del olvido, está flaco y está anémico.
Pobre sapo! Se encuentra enamorado
de la estrella que en cielo
se ha vestido de luz para ir al baile
que, en homenaje a Dios, da el universo.
Cuando no asoma la estrella
se angustia el sapo de celos
y, con los ojos miopes,
trata de ver a lo lejos;
y entonces, despechado, en voz asmática
hace ostensible su desconsuelo,
mientras creen las gentes que su grito
es sólo un pregón de invierno.
Obra de Víctor Manuel Albornoz en la revista Semana Gráfica en la página 7, de junio/1934.
Algo más del personaje
Sus poemas, su vida
Fotografía tomada del internet de la Enciclopedia del Ecuador.
En el año 1910 se publican varios de sus poemas: Capullos en honor a María Santísima, y La Corona de María.
Para 1916 proyecta unos bocetos que los tituló Flores de Burdel.
1921 fue el año en que salió a la luz su poemario Ojos en éxtasis.
Un año más tarde falleció su padre y en su honor entregó su obra a una imprenta de la localidad de Cuenca, que se encargó de armarla, denominada La llaga de Job.
Sale su libro Monografia histórica del cantón Girón, en el año 1935.
Su libro Cuenca a través de cuatro siglos, 1959-1960.
Escribió también algunas biografías como Alberto Muñoz Vernaza, en el año 1969.