Los vecinos de la urbanización Las Cumbres, ubicada en la Avenida Leopoldo Carrera Calvo, ayer salieron de sus viviendas, en la mañana, y se agruparon en sus calles con  rostros de preocupación.

La causa de su angustia es la orden de demolición de la garita que está al ingreso del recinto privado de Guayaquil.

Según una boleta de notificación, enviada por la Comisaría Octava Municipal de Construcciones, la medida responde a que la caseta dificulta la visibilidad de los automotores que ingresan o salen de la mencionada avenida.

La orden se basa en un pedido de la Empresa Pública Municipal de Tránsito de Guayaquil. Sin embargo, esa disposición del Cabildo porteño es rechazada por las 450 familias que habitan en el lugar.  

Katherine Ávila, administradora del lugar, cuestiona que luego de más de 25 años recién la Alcaldía disponga la destrucción del punto de control de visitantes. “Más de 100 familias se quedarían fuera de la urbanización y sin seguridad, si quitamos la garita. También la plusvalía de los inmuebles bajaría”, expresó.

La notificación indica que el espacio de vigilancia debe estar a 150 metros al interior de la vía.

Además, Ávila cuestiona que los vecinos deberán pagar el costo de la demolición, a pesar de que la orden proviene del Ayuntamiento. En el documento la Comisaría Octava dispone que la destrucción sea inmediata.

Por su parte, el vecino Francisco Almeida argumenta que la medida carece de validez, puesto que no hay un estudio técnico que respalde la acción.

Asimismo, consideran que es una contradicción la disposición, ya que el alcalde Jaime Nebot Saadi firmó un documento, en 2004, en el que considera “procedente” la ubicación de la zona de control. (I)