Los inmuebles demolidos no tienen señalética de seguridad

Las demoliciones que se ejecutan en la ciudad, en algunos casos, no se realizan con las medidas de seguridad establecidas en las ordenanzas municipales que regulan las construcciones y edificaciones.

El artículo 38 del mencionado estatuto establece que, entre otras normas, el predio de la demolición “deberá estar cercado y contará, en cada uno de sus frentes, con un letrero que diga peligro, demolición”.

Previo a ello, la persona natural o jurídica interesada debe comunicar del particular a la Dirección de Urbanismo, Avalúos y Registros (DUAR) y llenar el formulario respectivo.

Según cifras de la entidad, mensualmente, se derriban de 2 a 3 inmuebles que presentan condiciones de inestabilidad, debido a su vetustez “y representan peligro para los moradores”, explicó Xavier Narváez, director del área municipal de Justicia y Vigilancia.

Hay casos puntuales en los que las obras no se ejecutan o paralizan por disputas entre las personas que se identifican como propietarias de un inmueble. Esta situación genera incomodidad entre los vecinos por los riesgos que representa una estructura proclive a derrumbarse.

El artículo 38 de la ordenanza también establece que los escombros resultantes de la demolición pueden ser depositados provisionalmente cerca del sitio de los trabajos. No obstante, en caso de colocar los desechos de construcción sobre aceras o calles, solo se admitirá la situación hasta por 24 horas en días laborables y hasta por 72 horas en días no laborables.

Para esta situación, también se permite usar espacio dentro del lote del edificio “o en lote vecino, hasta por un máximo de cinco días laborables”.

Los casos

Los vecinos de un inmueble ubicado en la esquina de Víctor Manuel Rendón y Rumichaca (centro de la ciudad) señalan que esas normas  no se cumplieron completamente por parte del Cabildo en esa dirección. La casa en mención, de 2 plantas, empezó a demolerse  hace aproximadamente 2 meses. Carlos Peñafiel, quien labora en un bar cercano, comentó que hace 3 semanas se paralizó la gestión.

Desde entonces, afirmó, los escombros permanecieron sobre la acera sin ninguna señalética que delimitara la zona de riesgo.

Luego de que se denunciara a varios medios de comunicación “el Municipio vino a colocar recién las bandas de seguridad”.

Otras personas dijeron que tampoco se aseguraron las bases de la casa cuando fue paralizada la obra.

En el artículo 38 de la ordenanza citada anteriormente también reza: “si se requieren paralizar temporalmente las obras de demolición, deberán asegurarse estas con el objeto de evitar su colapso”.

La Dirección de Justicia y Vigilancia justificó en el retraso que el inmueble fue ocupado por varias personas y primero debían ser retiradas.

No se hizo mención sobre los incumplimientos detectados por los moradores del sector.

Este diario también intentó conocer la versión oficial sobre el particular, pero no obtuvo respuesta.

Para los moradores, como Xavier López, de Cisne 2, las demoliciones que se realizan en su sector son de forma totalmente informal, incluso hay familias que se encargan personalmente de desmantelar su vivienda.

El vecino expresó que durante el proceso no consideran las normas de seguridad establecidas por el Cabildo. “El lugar es poco transitado y por ello descuidan ese detalle”.

En otros sectores de la urbe, en cambio, los ciudadanos solicitan la demolición de casas que están abandonadas algunos años y presentan debilitamiento en sus bases.

En la manzana 6 de la cooperativa San Cristóbal (isla Trinitaria) hay un inmueble que, según vecinos, lleva cerca de 9 años sin ser habitado.

El sitio en mención, durante algún tiempo, fue usado como bodega de chamberos de la zona.

Hace 2 años, denunciaron los moradores, se ha convertido en guarida de delincuentes.

Según la ordenanza municipal, le corresponde al Cabildo porteño realizar las investigaciones necesarias para proceder con el derrumbamiento del inmueble.

Datos

La Ordenanza de Construcción y Edificación regula las funciones técnicas y administrativas que le corresponde cumplir a la Municipalidad sobre este tema.  

El artículo 38 del estatuto establece que si una demolición afectara a elementos de la nomenclatura urbana, “los mismos deberán ser conservados a efecto de su ulterior colocación en la edificación a construir”.

Además, el propietario y/o el responsable técnico comunicarán a las empresas de servicios básicos sobre el inicio de las obras de demolición con el objeto de preservar las redes de abastecimiento.

En caso de requerirse la ocupación temporal de aceras, conforme a los procesos de construcción permitidos, aquella será solicitada y autorizada por la Dirección municipal de Usos del Espacio y Vía Pública.