Los baños públicos de zonas turísticas con problemas de aseo

En los baños ubicados en sitios turísticos del centro de la ciudad hay deficiencias en lo que respecta al aseo y buen estado de la grifería y sistema de drenaje.

El sitio con más problemas para mantener la pulcritud de estos espacios es el paseo León Febres-Cordero, en el Malecón Simón Bolívar.

En este lugar, desde Olmedo hasta Loja, funcionan 6 espacios en donde la ciudadanía puede usar los servicios higiénicos, lavaderos y bebederos.

En cada uno de estos puntos se dan las facilidades necesarias para que ingresen hombres, mujeres y personas con discapacidad. Sin embargo, en al menos tres baños, cuando se ingresa se perciben fuertes olores, como a heces y orina.

El problema se presenta porque hay deficiencias en el desagüe de las baterías sanitarias y orinales.

En algunos casos bajar la válvula significa arriesgarse “a que todo se rebose”, como lo describe Daniel Arcentales, un asiduo visitante del lugar.

Hace unos meses este problema se daba a la altura de las calles Junín e Illingworth, pero actualmente, se encuentran más limpios. Si embargo, estos inconvenientes se observan en dos lugares ubicados entre Olmedo y Colón.

En estos baños, los orinales están a punto de derramarse y las baterías quedan con los desechos sólidos, aunque se hale varias veces la válvula.

Tampoco existe una adecuada ventilación, razón por la que los malos olores llegan hasta las mesas y locales de comida que funcionan alrededor.

La vigilancia para preservar el buen estado de la grifería y eficiencia en la limpieza, por el momento, es mayor en Junín y Malecón, donde hay afluencia de turistas.

Además de la guardianía privada, personal de Intelca, empresa de limpieza, se encarga de hacer visitas periódicas a los baños.

Efrén Santillán lamentó que la gestión no sea igual en todos los baños que están disponibles en el malecón.

El ciudadano duda hasta si es conveniente tomar agua de los bebederos que hay a la salida de cada baño debido a que“el agua tiene un sabor raro, como a hongo”, indicó.

El gerente de Operaciones de la Fundación Malecón 2000, Fernando Delgado, en anteriores ocasiones, manifestó públicamente que mantener limpios y funcionales los baños es una tarea difícil.

Lamentó, además, que la ciudadanía colabore poco para el buen uso de estos espacios. Se estima que el paseo León Febres-Cordero recibe diariamente 70 mil visitantes.

En otros lugares, como Malecón del Salado, cerro Santa Ana, Las Peñas y Plaza Rodolfo Baquerizo, los inconvenientes se limitan a fallas de las baterías sanitarias y lavabos.

En el Malecón del Salado, a la altura de la calle Ismael Pérez Pazmiño, por ejemplo, una de las baterías está dañada. Así indica un letrero en una de las puertas que, según Carlos Banchón, visitante frecuente del sitio, está colocado, al menos, un mes.

Mientras que del otro lado del malecón, cruzando la calle Aguirre, uno de los grifos no funciona y por la falta de fumigación hay gran cantidad de mosquitos.

Mientras que en la Plaza Rodolfo Baquerizo, uno de los orinales permanece descompuesto, según personas consultadas, desde aproximadamente una semana. En el cerro Santa Ana, en cambio, el espacio del baño es reducido.

Datos

El art. 17 de la ordenanza reglamentaria de la zona de regeneración urbana establece que el Cabildo “dotará de las unidades sanitarias en cantidad y ubicaciones de acuerdo a lo determinado en el Plan de Regeneración Urbana, pudiendo tercerizar su administración y mantenimiento”.

Según datos de la Fundación Malecón 2000, 300 personas están asignadas a la limpieza en los malecones Simón Bolívar y del Salado. En seguridad, en cambio, son 150 aproximadamente.

A finales de cada año se coordina, con Interagua, la limpieza de las cajas de aguas residuales y pluviales.