El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, ayer calificó como “bobas” a las personas que consideran ofensiva la escultura de un niño lustrabotas en la calle Panamá (centro).    

El burgomaestre argumentó que las opiniones ciudadanas en contra son “una cortina de humo” a los problemas del país. “Entonces habría que prohibir la imagen del niño Dios en el pesebre, porque es una exaltación a la pobreza”.  

Según el Cabildo, previo a la instalación de las imágenes, cuyos costos van desde $ 4.400 a $ 13.800,  fueron aprobadas en maquetas. La entidad explicó que se regeneró la Panamá porque es emblemática. “Se han recuperado espacios propicios para la interacción con figuras que evoquen hechos que preserven la memoria histórica”.

De acuerdo con el portal del Municipio, la regeneración en la zona cuesta $3 millones, lo que incluye intervención de fachadas de casas, aceras, bordillos, esculturas y tres museos (que están pendientes).   

El artista Hans San Andrés, autor de la imagen del niño vendedor de diarios y del betunero, aseveró que sus obras no promueven el trabajo infantil, sino que recuerdan un momento histórico. “Me conviene que se hable de la imagen porque despierta curiosidad por conocerla, pero la discusión se ha vuelto política”.

Evitó precisar cuánto costó la mano de obra, pero dijo que sus ganancias están dentro de los $4.400 y $6.250 que costaron sus trabajos.