La edificación, conocida como la ‘Licuadora’, podía ser divisada desde puntos lejanos del centro de la urbe; ahora solo puede ser observada desde las calles que la rodean (Quito, Machala, Alejo Lascano y Padre Solano).

La exconstrucción del Magap, que hasta octubre pasado tenía 25 pisos y 93 metros de altura, actualmente solo cuenta con cuatro plantas. La demolición del inmueble presenta esos avances a tres semanas de que culmine el desmontaje de la estructura. A fines de este mes concluye el trabajo.

Según Arturo Mejía, director general del Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar), el cronograma se ha desarrollado en los tiempos estipulados.

A la semana se eliminan entre dos y tres pisos. Una vez que concluyan los trabajos, la empresa Tecnovía-Padko, que hace la demolición, tendrá un plazo de 45 días para rellenar y compactar el suelo.

El funcionario de la entidad estatal detalló que todo el material que se obtenga al derribar la torre será reutilizado en los rellenos. “La parte sobrante será enviada al botadero de Las Iguanas, ya hemos hablado con el Municipio de Guayaquil”, indicó Mejía hace dos semanas.   

También se está empleando una máquina que extrae el hierro de los restos de los pilares derribados. Esos elementos metálicos también serán empleados de nuevo.

En el terreno que ocupa la ‘Licuadora’ el Gobierno Central construirá un parque cuyo espacio requiere el retiro definitivo de la gasolinera que se encuentra frente al exinmueble.  Ambos espacios serán enlazados mediante un puente.

Se escogió la creación de una nueva área verde, ya que la ciudad, según datos estatales, es una de las que menos cuenta con áreas verdes en todo el país.  

Un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del año 2010, precisó que en la ciudad puerto hay 1,13 m2 de áreas verdes por persona. Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que lo ideal es 9 m2 por poblador.

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