Seis familias fueron evacuadas hasta la iglesia parroquial debido a que sus casas se desplomaron. El fuerte oleaje se agudizó la tarde del martes, cuando se desprendió el tendido eléctrico que cayó sobre una vivienda, electrocutando a un perrito.

Como el peor oleaje desde 2009, así han catalogado los comuneros de Jambelí al fenómeno que los azota desde el domingo y que hasta ayer deja 7 casas destruidas. “Este evento ha sido terrible. Mi casita se llenó toda de arena. La furia del mar se me llevó ollas, platos, cocina y hasta la refrigeradora”, señaló Gilda Jaramillo, quien fue evacuada junto a su familia. Su vecina, María Flores, recogía los pocos enseres que le quedaron, tras la arremetida de las olas. Comenta que cuando llegó a su casa luego del oleaje, la edificación ya estaba destrozada.  

Las olas, que alcanzaron los 3 metros de altura, arrasaron todo a su paso. Sobre la arena quedaron árboles y hasta los cables de un poste del alumbrado público.

“Mi perrita murió electrocutada. Daba mucha desesperación verla cómo gritaba sin poder salir. La teníamos desde hace 6 años y era la alegría del hogar. Imagínese, si nosotros nos hubiéramos quedado en  casa, todos habríamos muerto electrocutados”, dijo la mujer.

Debido a que la zona sur de la playa era intransitable por la caída de cables de alta tensión, el titular de la Capitanía de Puerto Bolívar, Enrique Buccheli, ordenó que se suspendiera el suministro de energía, para que los técnicos arreglaran el daño. Ayer tenía previsto sesionar el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, en Jambelí, para tomar medidas y ayudar a las familias afectadas. (I)