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Varias marcas de medicamentos no fueron registradas en el sistema informático de la casa de salud

Hospital del IESS en Guayaquil, en emergencia

Los usuarios del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, al sur de Guayaquil, no tuvieron ayer inconvenientes al retirar las medicinas en el área de Farmacia. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
Los usuarios del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, al sur de Guayaquil, no tuvieron ayer inconvenientes al retirar las medicinas en el área de Farmacia. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
22 de enero de 2015 - 00:00 - Redacción Guayaquil

La rueda de prensa en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo (HTMC) de Guayaquil duró 4 minutos. Ese lapso fue suficiente para que las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) declararan al centro en emergencia por irregularidades en las áreas administrativa y médica.

Víctor Hugo Villacrés, presidente del Consejo Directivo del IESS, informó que una de las primeras acciones ejecutadas -durante el proceso iniciado en diciembre de 2014- fue la destitución de autoridades locales y funcionarios en general por ineficiencia administrativa. No mencionó cuántos.

Lo acompañaban el director del IESS en Guayas, Roberto Romero, y el gerente General del HTMC, Adrián Sandoya.

Villacrés señaló que actualmente  se investigan posibles conflictos de intereses por parte de médicos que trabajan en la institución y al mismo tiempo en clínicas privadas.

Estos intereses fueron mencionados por el propio presidente Rafael Correa, durante su enlace del último sábado, en el que aseguró que se han descubierto grandes redes de corrupción. “Médicos que no atendían en el IESS sino que derivaban a  clínicas privadas en donde ellos trabajaban y han facturado $ 200.000 anuales”, dijo.  

Villacrés señaló que existía un mal uso del modelo de derivación de la red pública integral de salud. Solo los pacientes que no pueden ser atendidos en las instituciones del IESS deben acudir a un hospital de las Fuerzas Armadas, de la Policía o del Ministerio de Salud Pública (MSP) y ese proceso no se cumplía.

“Modificaremos los términos de algunos convenios con clínicas privadas en donde hemos registrado mayor facturación por parte de algunos médicos que están trabajando en la institución”, expresó sin mencionar, nuevamente, nombres o datos exactos.    

Agregó que el personal administrativo y médico del IESS debe realizar un documento de conflicto de intereses para reportar en qué otras instituciones trabaja y así “transparentar” los cargos.  

Adicionalmente el IESS inició en la Fiscalía un proceso de investigación por irregularidades en el manejo de fármacos y custodias de bodegas. En la casa de salud había mal uso de medicamentos porque estos no fueron registrados en el sistema informático de inventarios y los médicos no lograban verificar lo que existía en las bodegas.

Otro problema del Hospital es que la infraestructura se encuentra deteriorada, pese a que existe un estudio de 2011 que subraya la necesidad de realizar un proceso para cambiar los servicios básicos del hospital como alcantarillado, agua potable y energía eléctrica.

Según Villacrés, el Hospital Teodoro Maldonado Carbo maneja uno de los presupuestos más altos de seguridad social, con $ 178 millones al año. Finalmente, sin acceder a preguntas de los medios de comunicación, el titular del IESS detalló que el fin de la intervención es construir la infraestructura necesaria en el hospital y equiparla con nuevos instrumentos, como el caso de imagenología, en donde ya cumplieron su vida útil y necesitan ser reparados.

Luego del breve anuncio realizado en el auditorio del HTMC, un grupo de médicos, representantes de diferentes unidades del IESS en Guayas, continuaron con una reunión a puerta cerrada en donde manifestaron las necesidades del nosocomio, como comprar fármacos,  insumos médicos y usar áreas médicas nuevas.       

Al conocer la declaratoria de emergencia anunciada por las autoridades del IESS algunos usuarios expresaron su respaldo debido a que observan irregularidades, como la falta de medicinas.     

Uno de los pacientes inconformes  es Jorge (nombre protegido), de 50 años, quien padece de VIH y asegura que en más de una ocasión debió comprar el medicamento Viraday, valorado en $ 170, porque no había en la farmacia del hospital. “Recién hoy (ayer) me entregaron otra parte de la medicina que me recetaron el 29 de diciembre. Sí ha habido, gracias a Dios, es como una suerte”, expresó.  

Otros pacientes que aguardaban en los exteriores del hospital contaron situaciones similares. 

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