Alexandra Velasco sacó sillas, cama, ropa y otros bienes de su propiedad.
La joven mujer acumuló los objetos en los exteriores de la vivienda de caña y tabla que construyó en las riberas del Estero Mogollón (sur de Guayaquil).    

Ella es una de las personas que, hace más de 15 días, tuvieron que retirarse del sector Mélida de Toral (Isla Trinitaria) porque edificaron en una zona de reserva. Allí los pedregosos caminos son de tierra amarilla.

Los residentes, cuya población no está calculada, explicaron que se debe a que años atrás rellenaron el sitio con cascajo. 

“Esto cambió bastante. Antes era pura agua”, recordó Alexandra, mientras allegados la ayudaban a desmontar la estructura de su desaparecido inmueble.

Los barrios formados en las riberas del brazo de mar tienen en común algo:  viven sin agua ni alcantarillado sanitario.

Esa, según las autoridades ambientales, es una de las causas por las que no pueden existir asentamientos humanos en las orillas del estuario.

El proyecto estatal Guayaquil Ecológico tiene como uno de sus objetivos rescatar las zonas verdes del cantón, pues la ciudad presenta un déficit.

Según los estudios realizados por el Ministerio del Ambiente (MAE), en la zona sur hay contaminación por la descarga de líquidos domésticos directamente al espejo de agua.

Los vecinos de Mélida de Toral confirman que no cuentan con alcantarillado.
Al pie del lugar estaba la casa de Ana León, de 70 años de edad. Desde su construcción de caña se podía observar el color oscuro del estero (agua estancada) y grandes cantidades de restos de basura flotando. “Siempre he vivido aquí”, manifestó.

En los análisis microbiológicos, efectuados por el MAE en la zona protegida, se detectó la presencia de coliformes fecales (que están en las heces humanas).

Ese tipo de elementos resta oxígeno al agua y la vida de los peces se ve amenazada.
La entidad desconoce el número exacto de personas que vierten sus desechos en el sitio. No obstante, calcula que son alrededor de 30.000 los predios que no están conectados al sistema de alcantarillado (incluidos los de la Isla Trinitaria).

Para la Cartera de Estado, una manera de remediar los daños es eliminar los focos de contaminación, como las descargas domésticas. La construcción de parques lineales en las orillas es una de las acciones emprendidas para conseguir esa meta.

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) informó, a inicios de este año, que se habían liberado 10.150 metros lineales y que aún faltaban otros 31.062 metros. Uno de esos sitios era el tramo 6 (la Isla Trinitaria), donde semanas atrás se efectuó la desocupación.

Julio César Quiñónez, titular de la Secretaría Técnica de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares (Stpahi), explicó a este diario a fines de marzo que paulatinamente han efectuado la desocupación de la zona protegida en los diversos tramos. “(En la Trinitaria) es el único sitio donde se han presentado problemas”.

El funcionario mostró las imágenes obtenidas con sistemas satelitales. En ellas muestra comparaciones  en las que evidencia que después de diciembre 2010 se construyeron viviendas.  En la Trinitaria, según informaciones de la Stpahi, hasta fines de marzo habían 150 casas que debían de salir de la zona. (I)