Yolanda Delgado, de 67 años, vive a orillas de un ramal del estero Cobina, donde el alcantarillado sanitario no alcanza una cobertura del 100% y las descargas residuales de algunas viviendas se realizan directamente sobre el estuario.

En las orillas también es recurrente la presencia de desechos sólidos que, según los moradores, llegan desde otros puntos por medio de la marea. Objetos plásticos, vísceras vacunas y hasta cajas de monitores de computadoras se mezclan con las aguas negras que salen de las viviendas.

Delgado admite que ha recibido un llamado de atención por parte de Interagua por no conectarse a la red de alcantarillado.

La situación se repite en otros puntos, como los esteros Palanqueado, Santa Ana y Mogollón, que abarcan sectores del Suburbio oeste, Trinitaria y Trinipuerto.

El presidente Rafael Correa, durante un reciente conversatorio con medios de comunicación, criticó que el Municipio e Interagua no hayan cumplido con la competencia del alcantarillado sanitario. “Todavía no están las conexiones y la gente bota las aguas servidas en el Estero Salado”.

El Ministerio del Ambiente efectúa periódicamente inspecciones. En uno de los recorridos, el titular de la cartera, Daniel Ortega, citó que aún existen industrias que ameritan una revisión de su sistema de descarga.

También lamentó que haya ductos cajones que reciban tanto aguas pluviales como residuales y desfoguen en el espejo de agua sin tratamiento alguno. “Es preocupante que después de varios años de un trabajo conjunto ciertos actores no demuestren un compromiso real con la comunidad”, indicó Ortega.

Sobre el particular, la vocera de Interagua, Ilfn Florsheim, ha referido que los puntos en donde se registran descargas directas son atendidos a la brevedad posible. Este diario intentó contactar vía telefónica a la funcionaria, pero no hubo respuesta. Sin embargo, hace varios días, ella se refirió públicamente sobre el tema.

Se tiene previsto que para 2016 la cobertura del alcantarillado sea del 100%. Además, a inicios de este mes se presentó la licitación pública internacional para la ejecución del nuevo proyecto de rehabilitación de este servicio en el Suburbio oeste, contrato que será suscrito en un plazo máximo de 6 meses.

El objetivo del proyecto, que  tiene un costo de $ 35 millones, es eliminar las descargas de aguas residuales en una extensión de 15 kilómetros.

Mientras que, por su parte, el alcalde Jaime Nebot reiteró que cuando asumió la competencia había el 60% de cobertura de alcantarillado y que actualmente es del 92%. “El restante 8% está ejecutándose”.

Además, está en desarrollo una planta de tratamiento de aguas negras que está financiada por el Banco Mundial y Banco Europeo de Inversiones, a un costo de $ 105 millones. (I)