La inclusión de una extraordinaria leyenda nos permite tener un símbolo del guayaquileño. El ícono es un personaje seguro, optimista, capaz de transformar a la ciudad y certificar el apelativo de ‘Perla de Pacífico’. Es Juan Pueblo, un guayaquileño de 90 años que no envejece y que luce impecable.

La historia de esta caricatura data de 1918. Su creador fue Virgilio Jaime Salinas, ilustrador y caricaturista. Lo creó para publicarlo en la página editorial del diario EL TELÉGRAFO, luego pasó a otro medio de comunicación escrita.

Tanta fue su popularidad que se convirtió en el símbolo del guayaquileño y fue bautizado como Juan.

En los dibujos se denunciaban las injusticias y carencias en Guayaquil. Fue gracias a esta inspiración que nació el singular Juan Pueblo.

Este personaje,  en sus inicios, representaba al guayaquileño pobre, desheredado, famélico, enfermizo y descuidado. Su vestimenta consistía en una gorrita negra con una estrella en el centro y sin zapatos, en compañía de un perro tan enfermo como él.

Con la muerte de Salinas en 1959, el entonces desconocido ilustrador Luis Peñaherrera, de 23 años, tomó la batuta, utilizando un mismo concepto, pero proyectando una imagen más miserable.

A partir de la década del 70, Peñaherrera bautiza al personaje como Juan Pueblo. El artista inscribe y cede los derechos del personaje al Cabildo de la ciudad porteña. En esa época, Juan Pueblo era un ilustre ciudadano limpio y renovado, vestido con guayabera, pantalón oscuro y zapatos nuevos.

En 1992, el Municipio de Guayaquil convocó a un concurso para crear un representante de la ciudad. Peñaherrera presentó a Juan Pueblo y ganó. Ya para esa época el personaje era tradicional. (I)

Un personaje que enorgullece a los guayaquileños

Para Melvin Hoyos, director de la Biblioteca Municipal, la imagen de Juan Pueblo siempre se inspiró en la típica vestimenta ecuatoriana. El nombre

Juan nace porque es común hasta la actualidad y lo hicieron con colores blancos y celestes, al igual que nuestra bandera. Es un ícono ecuatoriano y nació representando las vivencias de todas las dificultades que vivían los ciudadanos. De ahí que su imagen está muy vinculada con los guayaquileños. (I)