En el filo del estero Las Ranas, a la altura de Leonidas Plaza y la F (Suburbio de Guayaquil), aún hay viviendas de caña, con pilares de palo. Casi no queda espacio para caminar por la ribera. En el paso existen construcciones que carecen de alcantarillado sanitario y descargan las aguas residuales al brazo de mar.  

Ángela Cabrera, antigua vecina del sector, se queja de los hedores. “Cuando llueve apesta”, cuenta la moradora, quien suple la falta del servicio básico con la instalación de una letrina.

Según el Ministerio del Ambiente (MAE), Las Ranas es el tramo que presenta alto grado de contaminación con coliformes fecales.  El titular de la cartera de Estado, Daniel Ortega, precisa que sus aguas exceden en 800% lo permitido por la norma ambiental. Todo el estero en promedio -agrega el ministro- “supera en 80% la norma”.

Las coliformes fecales, explica Ortega, están relacionadas con los desechos humanos. Para los biólogos, consultados en anteriores ocasiones por este Diario, ese tipo de polución afecta la vida de las especies en el estuario.

El funcionario denuncia que las descargas, en muchos casos, se hacen de forma indirecta, a través de conexiones ilegales. “Como (los vecinos) no tienen alcantarillado sanitario, se conectan al sistema pluvial y (las aguas sucias) van directamente, sin ningún tratamiento, al estero”.

Ortega asegura que en la ciudad existen los tubos de las redes, pero aquello no significa que todas las viviendas estén enlazadas.

La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) respondió -hace 11 días- que el cantón posee 100% de red del servicio en el área de influencia del estero Salado.

Sin embargo, reconoció que hay 3.200 predios en la Isla Trinitaria (en el sur) que recién en este año contarían con conexiones intradomiciliarias.

También reveló que hay 10.000 usuarios más (del Guasmo y la Trinitaria) que depositan las aguas al Salado, indirectamente, por filtración de pozo séptico. La obra, anunció la entidad, estaría lista para el próximo año.

A mediados de este año, afirmó Emapag, iniciará la rehabilitación de 65.000 conexiones intradomiciliarias del Suburbio Oeste.

El ente municipal sostuvo que no ha ejecutado obras en 5 sectores (Isla Trinitaria, Suburbio Oeste, Plan Piloto, Cisne I y Cisne II), debido a que tienen notificaciones de desalojo por parte del Gobierno Central.

Ortega señala que aún no existe prueba de esa justificación. Y agrega que la concesionaria Interagua, desde 2011, posee la tecnología para detectar las conexiones clandestinas. “Una empresa pública, que brinda un servicio, a través de una concesión, tiene la obligación legal de garantizarlo. Conocen que existen conexiones ilegales. ¿Por qué no han activado su corrección?”.

Proyectos municipales y del ministerio

Bolívar Coloma, director del Ambiente del Municipio de Guayaquil, explica que están pidiendo el catastro actualizado de las industrias que tienen influencia en los ramales. “Se busca, justamente, tomar acciones de intervención a las industrias en base a ese catastro”.

Coloma afirma que ha participado en reuniones con Emapag e Interagua con el fin de facilitar información al MAE. Este miércoles, la Cartera de Estado clausuró dos empresas de la Vía a Daule por incumplir las normas ambientales.

El Municipio de Guayaquil adelanta que contrató el estudio para el diseño de un plan piloto para un proyecto de aireación en el estero, en la zona norte. El objetivo es mejorar las condiciones del líquido. La obra estará en 9 meses.

Coloma asegura que instalarán equipos para monitorear la contaminación en algunos ramales. De esa manera, podrán “actuar con acciones de recolección. Y, en lo posible, identificar el sitio donde ocurrirá la fuga o el derrame”.

Por su parte, el MAE informa que en este año seguirá controlando las evacuaciones de contaminantes. De acuerdo con cifras de la entidad estatal, hasta la semana pasada hicieron 200 inspecciones en industrias del cantón. En 91 casos hubo sanciones.

Otra iniciativa será el trabajo participativo con 300.000 personas (hasta el año pasado se lo hizo con 100.000). “Adicionalmente, vamos a realizar un monitoreo participativo, con la ciudadanía, de la calidad del agua”, detalla Ortega. (I)