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35 heridos dejaron los enfrentamientos
Salvajismo 'hooligan' en la Eurocopa de la seguridad
Marsella, Francia.-
Un hincha inglés quedó entre la vida y la muerte después de nuevos disturbios este sábado en Marsella, que eclipsaron al cotejo Inglaterra-Rusia y que pusieron en el primer plano el problema de los ‘hooligans’ en una Eurocopa 2016 que hasta ahora parecía centrar sus temores en un eventual atentado.
Hacia las 17:30 locales ese hincha recibió “golpes con barra de hierro, al parecer en la cabeza”, señaló una fuente policial. Se le intentó reanimar en el lugar y luego fue evacuado a un hospital. Su pronóstico es reservado, completó el prefecto de policía del departamento de Bouches-du-Rhône, Laurent Nunez.
Es sin duda el caso más preocupante de los 35 heridos en los disturbios, según el último informe.
Los incidentes habían comenzado hacia las 16:00 locales en el Vieux-Port (Puerto Viejo), corazón turístico de la ciudad y un lugar salpicado de restaurantes, bares y ‘pubs’ británicos. La policía -unos 250 hombres- utilizó también gases lacrimógenos y los aficionados escaparon del lugar corriendo por las calles vecinas. Algunos continuaron peleándose, arrancándose la camiseta y rompiendo botellas.
La mayor parte de los ‘hooligans’ llevaban una botella en la mano y algún ‘pack’ de varias cervezas.
Hasta las 16:00 locales, el Vieux-Port estaba tranquilo, pero entonces empezaron las disputas entre aficionados de varias nacionalidades. “Llegamos al lugar e impedimos los enfrentamientos. Intervenimos sistemáticamente cuando hay disputas, para dispersarles”, explicó el prefecto sobre el modo de actuar en situación así.
Hacia las 17:00, la policía y los hinchas, frente a frente en el Vieux-Port, continuaban sin embargo enfrentándose regularmente, separados por unos metros. Al lanzamiento de objetos (sillas, botellas), los agentes respondían con granadas lacrimógenas.
La principal disputa contó con 500 ‘hooligans’ -300 de un lado, 200 de otro- en una calle perpendicular al Vieux-Port.
A las 18:00 locales, a tres horas del inicio del partido, una calma tensa reinaba en el lugar. Incluso una hora antes del partido hubo disturbios cerca del estadio Velodrome, obligando a las fuerzas de seguridad a utilizar granadas lacrimógenas y un cañón de agua para dispersar a los hinchas.
Después del encuentro hubo también enfrentamientos dentro del estadio entre rusos e ingleses, rápidamente sofocados. En la zona de los rusos explotó un gran petardo durante el partido y se encendieron cohetes y bengalas.
El jueves y el viernes ya se habían producido disturbios entre ‘hooligans’ en Marsella, aunque con menos aficionados implicados. (I)