Hernán Darío Gómez regresa al fútbol ecuatoriano. Después de pasar 16 años por Colombia, Guatemala y Panamá, el entrenador colombiano, aceptó las condiciones de la Federación Ecuatoriana de Fútbol presidida por Carlos Villacis Naranjo.

Nueva oportunidad para Bolillo de superar el segundo lugar de eliminatorias del 2002 y superar lo realizado en el Mundial Corea-Japón (derrotas 0-2 ante Italia y 1-2 México y triunfo contra Croacia 1 a 0), llegar al quinto partido mundialista (Mundial de Alemania se jugó 4 partidos)

El entrenador colombiano, luego de clasificar por primera vez a la selección de Panamá, decidió volver a ponerse la camiseta ecuatoriana para armar un nuevo equipo con miras al mundial de Qatar 2022.

La última experiencia mundialista de Ecuador, frustrada para Rusia 2018, fue de emociones muy fuertes. Por ello, está claro que un entrenador debe tener tres cosas básicas: 1.- experiencia, 2.- método de entrenamiento casi todos los DT los tiene, pero el más complicado es el 3.- manejo de grupo.

El error fundamental del anterior seleccionador Gustavo Quinteros en selección mayor fue tratar de romper la familia que se había estructurado en el mundial de Brasil 2014 con Reinaldo Rueda, tras descabezar a jugadores básicos como Dida Domínguez, Felipao, Montero y otros que resquebrajaron el ambiente interno de la plantilla (negros, mestizos y extranjeros nacionalizados) Ecuador pese a tener tremenda ventaja inicial, no lo pudo mantener.

Con ese antecedente, el actual presidente Carlos Villacis coincide en el siguiente objetivo: clasificar a Ecuador al siguiente mundial. Eso Bolillo lo sabe. Está probado.

Aquellos opositores al actual presidente dicen que Ecuador requiere nuevos métodos o entrenador moderno. Se recuerda a Dusan Draskovic cuando recorría el país, entregando metodología de entrenamiento y parámetros para seleccionar jugadores, buscando jugadores de provincias para convocarlos a las selecciones provinciales y luego devolverlos a los clubes. Trabajando todo el tiempo, no solo con selección mayor sino también en selecciones menores.

Pero resulta que la actual estructura de la FEF tiene un organismo que se llama Dirección de Desarrollo que impulsa, promueve y organiza el fútbol en general todo el año, con capacitaciones a entrenadores y directivos, refuerza el fútbol femenino y coordina Jorge Célico con entrenadores de todas las selecciones menores Sub 15, Sub 17 y Sub 20 y también fútbol femenino.

Aquello de nuevos métodos o moderno contrasta con la actual estructura que tiene la FEF. Bolillo lo que debe hacer es lo que ha hecho siempre, seleccionar a los mejores, manejar los grupos que convoca y obviamente ganar partidos para clasificarnos al siguiente mundial.

En esta lista de argumentos negativos en contra de la designación esta que el Bolillo es mal educado, otros lo califican de indelicado, sin embargo los nombres que he escuchado, que han estado bajo su batuta, siempre hablan a favor del DT colombiano. Solo nombremos a dos: Iván Hurtado y Alex Darío Aguinaga.

Se acusa de que no se estudió el nombre o socializó. Está claro que en el fútbol muchas opiniones se disgregan y causan enfrentamientos, intrigas y malos entendidos. No vemos el nombre de un DT para ser consultado en un referéndum. Eso es inadecuado en fútbol. Son los directivos o el presidente que designan. El entrenador acepta o rechaza y los resultados lo confirman.

La edad es otro tema. No siempre hay delicadeza. La experiencia negativa en resultados siempre será mejor para la persona que lo experimenta. Viejo ? nos acordamos del uruguayo Oscar Taberez, quien tiene problemas para caminar, pero es el DT respetado por todos, o el mismo José Pekerman, argentino, quien acaba de llevar a dos mundiales en forma seguida a Colombia.

Resumen: está claro que no hay unanimidad, en el fútbol nunca habrá. Si en el 2001 vino Hernán Darío Gómez como proyección, ahora para este 2018, una de las mayores virtudes, será la tranquilidad con números como clasificar a tres selecciones a mundiales: Colombia, Ecuador y Panamá. Es un acierto completo su fichaje. El transmite calma al grupo de jugadores. Su pasado otorga crédito, por los muchos años de fútbol, y por supuesto por los números. (O)