Migdiel Gutiérrez llegó al Ecuador en 2017 para cumplir su sueño de ser futbolista profesional. La guardameta venezolana estuvo dos años en Ñañas FC hasta que ESPE Femenino le dio una oportunidad en este 2020 de continuar con su carrera.

La Superliga Femenina de este año no dio los réditos esperados por la arquera, de 25 años. Su club quedó en el último lugar de la zona 2, con 1 punto en siete partidos y 24 goles encajados.

Sin embargo, para Gutiérrez esta temporada fue la oportunidad de mantenerse vigente en el deporte que se convirtió en su vida. Desde que era menor de edad trabajó para consolidarse en el profesionalismo.

En su natal estado de Lara inició como portera. Atajó en la academia Máximo Vilorio de Barquisimeto, donde llamó la atención de la selección de su país. En las categorías sub17 y sub20 fue parte del equipo. Incluso, la primera vez de Gutiérrez en Ecuador fue en la Copa América de 2014, cuando integró el plantel como tercera arquera.

Antes de probar suerte en nuestro país tuvo un breve paso por el fútbol uruguayo, en el equipo femenino de Nacional de Montevideo. Después apareció Ñañas y el conjunto quiteño le brindó una chance de custodiar su pórtico.

Una vez en ESPE Femenino, los partidos contra Ñañas fueron especiales por enfrentar a sus excompañeras, como Fernanda Vásconez. La fortuna no le acompañó y en los dos encuentros su nuevo club cayó por 3-0 y 5-1. Gutiérrez fue la capitana del equipo universitario, pero su liderazgo no alcanzó para evitar las derrotas.

La historia no termina aquí, pues esta corta y fugaz Superliga Femenina 2020 demostró que el tiempo fue un factor determinante que faltó en la mayoría de equipos. Con mayor preparación y mejores condiciones, la próxima temporada podría entregar duelos más parejos a lo largo del campeonato. (I)