El estadio George Capwell será este domingo el campo de batalla de una final no apta para cardiacos. Emelec y Barcelona jugarán el partido definitivo que coronará al campeón del fútbol ecuatoriano en este 2014.   

TABLAS EN EL MONUMENTAL

El miércoles pasado se jugó la primera final en el Monumental. Un estadio pintado de amarillo que vibró de principio a fin. Barcelona y Emelec no se sacaron ventajas, empataron a 1 en un partido que se jugó más con nervios que fútbol.

El local tuvo que sufrir, sus jugadores salieron nerviosos y los constantes errores no fueron aprovechados por los visitantes. Los azules tuvieron algunas opciones para aumentar el marcador, pero la figura de Banguera salvó a los amarillos.

Ángel Mena abrió el marcador al minuto 20 del primer tiempo, anotando un gol que puede ser definitivo en el global, puesto que un empate a 0 en el Capwell permitiría a Emelec ser bicampeón. Cuando ya se extinguía el partido, al minuto 88 apareció Ismael Blanco, jugador que revive las esperanzas del hincha amarillo.

LA CORRECCIÓN DE ISRAEL SOBRE LA MARCHA

Rubén Israel es conocedor de las limitaciones de su equipo, no es un club que juegue lindo, pero la forma que ha implantado durante este semestre le ha permitido disputar el título de campeón.

Salió con un trivote, Luis Caicedo, Alex Bolaños y Matías Oyola, y ninguno estuvo a la altura de una final, muchos errores impedía que Barcelona pueda crear peligro en el arco rival.

En el segundo tiempo y con el marcador abajo, el técnico mandó al campo a Michael Jackson y Esterilla, este último en un principio ocupó lugar en banda derecha, pero al final del partido y conocedor que no había sido gravitante se cambió a la izquierda y en sus pies nació el gol de Ismael Blanco.

Israel tendrá que cambiar la fórmula en el Capwell, su equipo necesita mínimo un gol y que no le conviertan para quedarse con el título. El técnico que desde que llegó al banquillo amarillo no sabe lo que es perder en un clásico y los hinchas se aferran a que el domingo no será la excepción.

LOS ERRORES DE QUINTEROS

Gustavo Quinteros ha vuelto a equivocarse en un clásico y eso le ha impedido ganar en este segundo semestre a Barcelona. El técnico que esta vez aprendió los errores del pasado, cuando Emelec salía desesperado por marcar y de contragolpe Barcelona terminaba llevándose el partido.

En esta oportunidad los millonarios salieron pero más precavidos y por consiguiente llegaron al gol, después perdieron algunas oportunidades. Sin embargo, Gustavo quiso en esta oportunidad aguantar el marcador, sacó a Bolaños y le dio minutos a José Luis Quiñónez, jugador que tenía que tomar la marca de Blanco, y precisamente la soledad del delantero le permitió marcar el empate.

Habrá que esperar como sale Quinteros el domingo, si a esperar y contragolpear como planteó el segundo tiempo en el Monumental, o ser fiel a su filosofía y salir a proponer el partido.

TRES CLÁSICOS, TRES GOLES

Ismael Blanco es un goleador que llegó al Barcelona para esta segunda temporada. Los últimos años los delanteros extranjeros han sido un fracaso en Barcelona, a excepción de Nahuelpan que estuvo cedido por Liga de

Quito y pagó con 12 goles en el campeonato.

Ahora la llegada de Blanco ha permitido a Barcelona estar en la final y otra vez vuelve a darle vida a los amarillos. El argentino sabe jugar clásicos y sus números lo avalan, ha jugado ante Emelec 3 partidos y en cada uno marcó un gol.

No hay duda de que el pulso del goleador no le tiembla. Irá al Capwell el domingo con el fin de aumentar su cuenta de 12 goles y dar la vuelta olímpica con Barcelona.

EL PRESIDENTE RECONOCE LA LABOR PERIODÍSTICA

Tras el partido en el Monumental, el presidente de la República, Rafael Correa, escribió en su cuenta de Twitter sobre la final y tuvo unas palabras de felicitaciones para mi persona. “Felicitaciones a Vito  Muñoz por su profesionalismo: Amarillo hasta los dientes pero muy objetivo y acertado en sus comentarios”.

Agradecerle al Presidente por sus palabras y recordarles a todos que la profesionalidad en el periodismo está primero que el amor por un club.

El Capwell vibrará, habrá 25.000 azules alentando a Emelec, y Barcelona tendrá que jugar en un escenario donde hace un par de meses salió triunfador. La final del siglo tendrá un campeón este domingo.