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El Telégrafo
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Entrevista / Washington Sebastián Abreu Gallo / delantero de sociedad deportiva aucas

“Quería jugar en el estadio de Liga”

Foto: Álvaro Pérez.
Foto: Álvaro Pérez.
17 de mayo de 2015 - 00:00 - Javier Tamba

Amigos no, pero sí “buenos relacionamientos”. Eso dice dejar en Ecuador Sebastián el ‘Loco’ Abreu, el histórico delantero uruguayo que se convirtió en el principal atractivo de Aucas en los últimos 2 meses. Al principio nadie creía que vendría al balompié ecuatoriano, menos al combinado ‘expetrolero’, que no maneja los altos presupuestos de clubes como Barcelona, Emelec o Liga de Quito.

Es más, hace un par de años, el conjunto ‘torero’ habría lanzado una propuesta para traerlo, pero no tuvo éxito.

Pero el ‘Loco’ firmó para el ‘Papá’ y aunque solo venía por algunos partidos de la primera etapa, su nombre se convirtió en el imán mediático que le hacía falta a un conjunto ‘oriental’ recién retornado de la serie B. Lástima que los resultados deportivos no generaron el mejor ambiente para Abreu en una hinchada ávida de triunfos.

Ubicado en el último lugar del campeonato, Aucas le dice adiós a su figura sin sacarle mayor provecho a su imagen. Ramiro Gordón, administrador del ‘Ídolo del pueblo’, reconoce que existió demora en sacar a la venta camisetas con el número 13, el preferido del ‘charrúa’. El rioplatense le agradece a la vida la oportunidad de cambiarse al fútbol hace 21 años, después de ser excluido de la selección uruguaya de baloncesto, por escaparse de una concentración antes de un Campeonato Sudamericano Sub-17.  

Recordado por ‘picar’ la pelota en el último disparo de la serie de penales del lance Uruguay-Ghana, en la disputa de un cupo a las semifinales de la copa del mundo Sudáfrica 2010 o por anotar el tanto que llevó al combinado ‘celeste’ a sortear a Costa Rica en el repechaje para ese certamen, el arponero no piensa aún en el retiro.

Sencillo, el ariete que nació hace 38 años en Minas, Uruguay, habla sobre su experiencia en la capital ecuatoriana, las ganas que le quedaron de jugar en el estadio de Liga y el aprecio que siente por su compatriota Luis Suárez, padrino de su hijo Franco.

 Hoy, frente a Barcelona, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda de Chillogallo, en lo que se ha denominado el ‘choque de ídolos’, Abreu aspira a elevar su cantidad de dianas en el torneo local. Por ahora lleva 4. No conoce si habrá un mañana para él en Ecuador, mas en su semblante se dibuja un gesto de gratitud.

¿Cómo definiría su experiencia en Aucas?

Muy linda, fructífera, rica en los aspectos humano, cultural y deportivo. Me llevo muchos conceptos que he aprendido y que voy a utilizar en el futuro y, sobre todas las cosas, el hecho de haber disfrutado del fútbol ecuatoriano de una manera muy especial.

¿De los partidos que jugó en Ecuador se queda con alguno?

No, en líneas generales, de todos los partidos lo que uno destaca es la paridad, la igualdad de condiciones que hay entre todos los equipos.

¿Quiere decir que es un campeonato parejo?

Pueden venir equipos de mayor renombre, pero en el análisis del encuentro en sí, en los duelos individuales se hacen partidos parejos, de ida y vuelta, entretenidos. Son entretenidos para uno dentro del campo de juego, imagino que también para el aficionado.

¿Con cuál de los goles que marcó se queda?

Todos los goles tienen el mismo valor y la misma importancia. Es indudable que los goles para sumar puntos siempre tienen una trascendencia diferente.

¿Hizo amistad con alguien en particular en Ecuador?

Encontré un plantel muy noble, de muy buena amistad y que con el paso del tiempo son las cosas lindas que te deja el fútbol.

En todo caso, si regresa, tiene a dónde llegar.

Vos podés ganar, podés perder, pero el relacionamiento humano es el que queda para toda la vida, y sabiendo que el día de mañana, cuando uno vuelva a Quito, tiene las puertas abiertas.

¿Entonces no hubo ninguna persona en especial?

Amigos es difícil hacer en 3 meses, los amigos se forjan a través del tiempo, pero considero que sí hice un buen relacionamiento.

¿Conoció muchos lugares de Ecuador?

En realidad, de Quito. Del resto de las ciudades o lugares de Ecuador no tuve la posibilidad. Muchos partidos, no había tiempo para viajar.

Su familia lo visitó hace pocos días, ¿qué conocieron de Quito?

Sí, ellos estuvieron aquí. Nos fuimos al teleférico, el Centro Histórico, la Ciudad Mitad del Mundo, la Iglesia de la Catedral. Bonitos sitios que pudimos conocer.

¿Cómo les sentó el clima, el ambiente?

Todo muy bien, fuimos a todos esos lugares que te mencioné. Se llevaron una linda imagen de Quito.

¿Qué le gustó más de la comida ecuatoriana?

Poquito. Sinceramente un cebiche, las fritadas son veneno puro para el deportista. No las probé, en ese tema de la alimentación soy muy detallista, pero el cebiche de camarón sí lo probé. Me pareció rico, es parecido al que se come en México, en líneas generales el sabor es muy parecido.

¿Qué quiso conocer y no pudo?

El estadio de Liga, haber jugado ahí. Me habría gustado jugar ahí, lamentablemente no pude.

¿Por cuál sector de Quito vivió y qué le decían sus vecinos?


Vivía por el norte, a una cuadra del estadio Atahualpa. El trato de la gente fue muy lindo, valoro bastante que muchos, sin ser hinchas de Aucas, se sentían contentos con mi presencia en Ecuador. La verdad que eso también fue una sorpresa linda.

Ya que ha estado en tantos países, ¿qué es lo más exótico que ha comido?

No recuerdo bien en dónde, pero había una especie de cucarachas, las hacían crocantes. Probé una, tampoco es que me gustaron mucho, más fue por un tema de respeto. Fue en Libia, India... en Asia, no me acuerdo; era una época en que con la selección de Uruguay viajábamos por esos lugares.

¿Fuera de Uruguay, en qué país se ha sentido mejor?

He tenido muy buena adaptación en todos los países en los que he estado. Obviamente que la lengua española es prioridad, me he podido sentir mejor por el relacionamiento social. No tengo problemas de adaptación y rápidamente me acostumbro al estilo de vida del país donde estoy.

¿Algún lugar que lo haya cautivado mucho de las naciones en las que tuvo la oportunidad de jugar?

El campo de juego, es lo que me cautiva siempre.

¿Cuál es el detalle más lindo que un hincha le dio o haya hecho por usted?

Los tatuajes, muchos se han hecho tatuajes, banderas, principalmente de la hinchada de Nacional, de la cual uno es apasionado.

¿Eso lo conmueve?

Son situaciones que uno, como jugador, simplemente no las esperaba y que han superado la realidad. Hay hinchas que han tatuado mi imagen en sus pieles.

Los hinchas de Nacional, imagino...

No, básicamente después de lo sucedido con Uruguay en el Mundial de Sudáfrica 2010. Muchos hinchas con el sentimiento ‘celeste’ reflejaban el festejo del último penal contra Ghana.

¿Qué es lo más feo que puede venir de un hincha?

La falta de memoria.

¿A eso se refiere usted cuando dice que existe hipocresía en el fútbol; que de un partido a otro un futbolista pasa de héroe a villano?

Hay un contexto general para poder analizar y buscar mejorar, pero, indudablemente, los que tenemos que predicar con el ejemplo somos nosotros, sabiendo manejarnos de la misma manera cuando está todo bien y cuando está todo mal. Creo que también pasa por ahí, primero en nosotros, en mandar el mensaje.

¿Cuál ha sido su peor mentira?

Mentir no, ocultar la verdad sí. Fue sobre una nota baja que tuve cuando era niño. Para no generarles un disgusto a mis padres se los oculté.

¿Cuál es la peor mentira que han dicho sobre usted los periodistas?

Mentiras exageradas no, historias que aprovechan para decir que fulano está peleado con mengano. Todas esas historias amarillistas que quieren generar cuando estás en equipos grandes. Cuando ven que todo está bien, quieren generar polémica para poder tener la venta.

¿Y usted es una persona que los afronta?

He pasado muchas de esas situaciones, pero nunca me he preocupado por aclarar nada, porque, en definitiva, es lo que andan buscando: que uno salga a hablar sobre el tema para tener constantemente historias para seguir generando en el día a día.

¿Echa mucho de menos a algún compañero, amigo, pariente que haya fallecido?

Sí, bueno, obviamente a familiares... A mis 2 abuelos, Rubén y Aristóbulo, y a mi abuela, Chiquichí. No los recuerdo porque me regalaran juguetes, éramos muy pobres, humildes, pero me regalaban cariño y amor. Son circunstancias de la vida. A todos nos va a llegar el momento y lo más importante es tener en el recuerdo las cosas lindas que nos pasó con ellos.

¿Ha hablado con Luis Suárez sobre el mordisco que le propinó a Chiellini durante el partido Italia-Uruguay en el Mundial Brasil 2014?

No me subo al caballo de los derroteros. Soy amigo, doy la espalda a esas situaciones. Es parte de la familia porque es padrino de mis hijos. Los amigos tenemos que estar para apoyar, no para pedir explicaciones.

¿Hasta ahora cuál es el mejor legado que considera le deja al fútbol uruguayo?

No sé si yo seré la persona indicada para no pecar de egocéntrico o de decir qué dejo. Sería mejor hacerle esa pregunta a los compañeros que he tenido a lo largo de mi carrera, a los entrenadores y que ellos sean los que den un dictamen más sincero y más real.

¿Sobre su retorno a Uruguay qué ha pensado? ¿Quiere seguir jugando, el retiro está cerca?

No, no todavía. Tengo la intención de seguir disfrutando de este deporte.

¿Y a futuro?

Pensando a futuro la intención es poder prepararme bien para afrontar la responsabilidad de ser técnico, pero por el momento sigo pensando y viviendo como futbolista.

¿Pero le gusta el estilo de algún técnico en especial, incluso como futbolista fue compañero de Josep Guardiola en el Dorados de Sinaloa?

Con Guardiola fuimos compañeros de equipo en México, ahí el entrenador era un fenómeno, más que él todavía: Juan Manuel Lillo. Después me tocó estar con Manuel Pellegrini, el ‘Cholo’ Simeone, con Passarella, el ‘Maestro’ Tabárez.

¿Cree que entre ellos se parecen?

La verdad es que tengo entrenadores que me han marcado y que, en definitiva, entre ellos tienen una línea que uno los compara con mucha similitud.

¿Qué es lo más grande que ha conseguido en el fútbol?

Lo más grande es haber llegado a ser jugador profesional y haber defendido lo más lindo y hermoso que uno puede tener como deportista, que es jugar durante 16 años en la selección uruguaya.

Según usted, ¿con cuál hay una rivalidad más marcada de parte de Uruguay: con Brasil o con Argentina?

Con los 2, porque la historia manda y los 2 son clásicos. Argentina contra Brasil, Uruguay contra Argentina, Uruguay contra Brasil, siempre son partidos especiales.

¿Y siempre tiene presentes los detalles de esa rivalidad?

Imagínate que Uruguay tiene 15 copas América, 2 títulos en las olimpiadas y 2 copas del mundo. Argentina tiene 2 olimpiadas, 14 copas América y 2 mundiales. Brasil ya tiene 8 copas América, en el Mundial con 5, obviamente, supera, pero no tiene títulos en olimpiadas.

Y en la carrera entre las 3 selecciones, ¿cuál es la ventaja de Uruguay?


En la suma de títulos, Uruguay está por encima de los 2 y eso, llevado a la historia del fútbol del Río de la Plata, da que esos partidos tengan mucha rivalidad entre todos.

¿En los encuentros ante Brasil y Argentina, con quiénes sintió una rivalidad personal?

A mí me tocó vivir varias etapas, pero Ayala (Roberto), el central de la selección de Argentina, era duro; y otro duro era Lucio, el defensor de Brasil. Pero yo disfruto del fútbol, salgo a disfrutar del fútbol.

¿Le gusta ir al cine?

Me gusta, pero no es un fanatismo que tenga. Me gusta más estar viendo constantemente fútbol.

¿Lloró por algo mientras observaba algún partido?

No. Llorar no, uno se pone triste con un resultado adverso y contento con un triunfo. Son diferentes las emociones cuando uno está participando, pero mirando fútbol, no. Del cine, tendría que acordarme de alguna película. En este momento no se me viene a la mente ninguna.

Tomando en cuenta que es padre de familia, ¿qué les dice a los niños cuando habla con ellos?

Que estudien. Es fundamental no negociar esa parte tan importante en la vida, durante el crecimiento, en la homologación cultural y después que hagan deporte por salud.

¿Qué aspectos deben reconocer ellos como importantes?

Que no se dejen llevar. Muchas veces, por la intensidad del anhelo hoy en día de que los niños puedan llegar a ser jugadores profesionales,  los padres les cargan una mochila equivocadamente, delegándoles a los hijos las frustraciones que hemos tenido como padres por no conseguir las cosas que quisimos cuando éramos niños.

¿Y eso cómo les afecta?

Que el niño, en vez de disfrutar, lo sufre al deporte. Entonces, sea el deporte que sea, que lo haga por salud, por sociabilidad, por amistad y por divertirse, que el tiempo lo va a ir colocando, si es que tiene realmente condiciones, para ir a afrontar ya la profesión.

¿Alguna vez alguna admiradora se le acercó mucho?

No, mi relación con los admiradores la manejo con respeto y siempre abierta.

¿En esos momentos el futbolista profesional se acuerda que alguna vez fue hincha?

Me acuerdo de que algún día también fui hincha, tuve mis ídolos y quería la foto, el autógrafo... entonces, dentro de las posibilidades, de las condiciones, siempre estoy abierto a poder brindar esa foto, ese autógrafo y, bueno, que humildemente puedan tener ese recuerdo.

¿Si pudiera cambiar el resultado de algún partido que jugó, cuál sería?

Ninguno, porque esa posibilidad no existe. Sinceramente, a mí me gusta vivir la realidad. (I)

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