A pesar de atravesar aún el tiempo de germinación, la semilla futbolística que plantó el director técnico Guillermo Almada ya empieza a mostrar el perfil futbolístico de su conjunto.

Como deseaba en sus primeras manifestaciones públicas, allá por julio de 2015, a la hora de explicar su idea de juego, “Barcelona será un equipo competitivo”. Por momentos, sin medir los riesgos, siempre con la premisa del protagonismo y lanzado de manera voraz al presionar y al ataque cuando las necesidades así lo indiquen, sus jugadores parecen estar asumiendo el perfil que definirá al equipo por estos tiempos.

Tuvo que pasar más de un año para que Barcelona por vez primera derrote al complicado River Ecuador, club de Mario Canessa. Para que se dé este acontecimiento en el inicio del campeonato, el director técnico barcelonista tuvo que hacer varios correctivos que finalmente fueron de gran ayuda para afianzar por grandes tramos su ideología futbolística.

Como en los peores terremotos, tras un espectáculo célebre de terrible escala de Richter, lo que ocurrió en Samanes (estadio Christian Benítez) fue una serie de réplicas: réplicas en el medio campo, réplicas dentro del área, réplicas de presión y vértigo. Barcelona erupcionó ante River Ecuador y le dejó una gran resaca.

Darío Aimar, de 20 años; Richard Calderón (volante), de 22; Jonathan Álvez, de 27 (delantero); y Ely Esterilla, 23 (volante); dieron un gran recambio a la fisonomía de juego que propuso Almada frente a la ‘Fuerza Roja’.

En la banca quedaron los veteranos y experimentados Luis Checa (34 años), Segundo Castillo (34 años), Ismael Blanco (33 años) y Christian Suárez (32 años), el técnico ‘torero’ apostó a los jóvenes y obtuvo lo que buscaba. El rejuvenecimiento de 30 años en todas las líneas fue vital.

La defensa, que era el punto más endeble y atormentante en Barcelona, de a poco va mejorando. Los ‘toreros’ pasaron de recibir dos goles en Quito -ante El Nacional- a salir con la valla invicta en el ‘Chucho’ Benítez.

Asimismo, la mejoría amarilla también se ve reflejada en la producción ofensiva: fueron escalando en la marcación de un gol hasta los tres conseguidos en la tercera fecha.

El estilo ya es evidente, pero los resultados y las características de cada rival a enfrentar determinarán los rasgos específicos en cada ocasión.

Por ahora el barcelonismo disfruta las sonrisas de estos días, ya que su equipo ganó dos partidos seguidos y es puntero provisional. Pero, más que eso, se entiende que ese no puede ser su fin, sino apenas su comienzo. En carrera en el campeonato nacional. (O)