Un contrato de trabajo en el que el club El Cuartel de Azuay hace constar en el documento que el jugador Joel Alejandro Perlaza Hurtado no recibirá remuneración alguna por sus servicios, es una de las muestras por las que la Asociación de Futbolistas del Ecuador (AFE) exige a gritos el respeto de sus derechos como trabajadores.

Jorge Guzmán (foto), gerente del gremio, cita que los contratos de trabajo con vulneración a los jugadores se multiplican de una y otras formas. Existe uno de 2012, donde Deportivo Quevedo excluye del pago de premios por el ascenso a la serie A al exponente Jackson Jamil Mosquera Constantine, quien, según ese acuerdo, queda inhibido de formular cualquier reclamo.

Más que lamentarse, Guzmán evidencia su impotencia. Dice que muchos de estos casos son ingresados por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), sin ninguna observación, cuando hasta estudiantes de leyes conocen que los derechos son irrenunciables.

Los abusos a los profesionales del balompié, añade el sindicalista, no se remiten únicamente a los retrasos en cancelación de salarios de los equipos de las series A y B, públicamente conocidos por las autoridades laborales, también constan casos como el de Sociedad Deportiva El Cuartel de la segunda división, donde impera la impunidad.

Por este tipo de atropellos, en septiembre pasado la AFE retiró su delegación de la Cámara de Mediación y Arbitraje de la FEF, instancia encargada de solucionar los conflictos entre las entidades deportivas y los deportistas. De acuerdo a Guzmán, esta cámara no reconocía las vacaciones ni los décimos sueldos para los atletas, por lo que el sindicato resolvió retirar su representación del organismo.

“Está en acefalía, porque como es paritario, sin nuestro delegado, ya no funciona. La cámara quedó deslegitimada”, asevera.

En torno a la voluntad del Ministerio de Relaciones Laborales (MRL), de hacer respetar las relaciones de trabajo entre clubes y deportistas bajo relación de dependencia, Guzmán reitera que no existen las garantías para que esto se cumpla, pues no existen medidas coercitivas que obliguen a los empleadores a respetar la normativa estatal.

“Ni los contratos de trabajo ni las actas de finiquito son revisados por el MRL, cuando esas disposiciones rigen desde hace más de 30 años. ¿Qué herramienta podría aportar ahora el Ministerio para hacer que se ejecuten? En realidad espero que esto se haga efectivo”, puntualiza.

Al respecto, Manolo Rodas, viceministro de Trabajo, explicó que a través de este nuevo reglamento ningún contrato podrá registrarse en la FEF sin antes ser revisado por el MRL. De igual forma se resguardarán los derechos de los menores adolescentes al firmar sus contratos, como por ejemplo, recibir las facilidades para continuar con sus estudios.

Por su parte, Geovanna León, directora provincial del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en Pichincha, indica que el ente se esfuerza en impedir la transgresión del derecho a la seguridad social de los futbolistas.

Tras las visitas de rigor a los clubes y obtener la información requerida se iniciaron las acciones que permitirán a los equipos cancelar lo adeudado por concepto de aportes. Por ahora han suscrito convenios de purga de mora: Barcelona, Deportivo Cuenca, Deportivo Quito, El Nacional, Olmedo y Macará. Emelec y el Manta FC entregaron las solicitudes y resta que entreguen la documentación pertinente.

León dice que el quebrantamiento a la normativa de la seguridad social es evidente, por eso es necesario que los directivos de los clubes se comprometan a entregar los rubros correspondientes.
“Revisamos que se planteaba el pago y las aportaciones cada 2 y 3 meses, eso es incumplimiento flagrante a la ley. La ley plantea que el pago de un sueldo es mensual, eso tiene, incluso, una incoherencia con nuestro sistema, ya que las planillas las genera el 15 de cada mes, también de manera mensual. Entonces los documentos que venían utilizando en sus formatos estaban ya contraviniendo normas legales”, detalla.

Ese retardo de pago de 2 o 3 meses es consecuencia de la resolución que el congreso de la FEF aprobó en 2014, al permitir que los clubes presenten los roles de pago con un plazo de 90 días.
Jorge Guzmán, en tanto, habla de su caso particular, al no ser afiliado y tener pendiente el cobro retroactivo a Emelec, en el que laboró hace varios años.

“Yo fui durante 15 años gerente de Emelec y nunca me afilió al IESS. También voy a reclamar por eso. Creo que debe haber mayor control por parte del Seguro Social para que estas cosas no ocurran”, señala.

La AFE aspira a que los clubes honren las deudas con sus agremiados (más de $20’000.000). Su última medida de presión será una huelga antes del inicio del campeonato de 2015, programado tentativamente para el 1 de febrero.