La Liga Profesional del Fútbol comenzó a funcionar el jueves pasado con la firma de un acta de fundación y con la ejecución de tres tareas fundamentales. Para su óptimo desarrollo se conformaron dos comisiones específicas:una jurídica y otra de marketing.

La tarea más urgente es la socialización de la propuesta con los 9 clubes que aún no se han sumado. Para eso los dirigentes presentes en la reunión de Guayaquil se dividieron para visitarlos (ver infografía).  

Aucas es uno de los que aún no ha decidido si apoyará a la Liga Profesional. Su gerente, Ramiro Gordón, explicó ayer que por un mal entendido el encargado de ir a la reunión no pudo llegar.

“No tengo mucha experiencia, así que debo asesorarme para saber cuántos gerentes van a haber. Cada uno va a ver por los intereses de sus clubes; así que quiero estar enterado del tema. Quiero tener claras las cosas”, dijo Gordón.    

La comisión jurídica, en un plazo no mayor a 15 días, deberá entregar un informe que incluya los requisitos legales para que el proyecto de  la Liga Profesional se pueda aplicar.

Jaime Estrada, presidente del Manta FC y uno de los impulsores de la propuesta, explicó que aunque se pretende tener una administración del campeonato independiente, no significa que pasarán por encima de la Ecuafútbol.

Francisco Egas, dirigente de la Universidad Católica, sobre este tema aclaró que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) seguirá funcionando, “pero dejaría de organizar el Campeonato Profesional y de administrar los recursos económicos que éste genera”.

Con Egas coincide Esteban Paz, directivo de Liga de Quito, al señalar que “el principal factor de la Liga Profesional será superar todos los problemas económicos de los clubes ecuatorianos”.

Y finalmente, la Comisión de Marketing inició -desde el jueves- la búsqueda de empresas y marcas (nacionales o internacionales) que puedan auspiciar el proyecto. La intención es que se generen más recursos económicos de los que actualmente produce el torneo ecuatoriano.

La Dimayor, un ejemplo a seguir

Para tener mayor conocimiento sobre cómo funcionan estas ligas en otros países del continente, los dirigentes recibirán en las próximas semanas la visita de varios expertos internacionales para pulir el proyecto, específicamente de Colombia y Chile. “La idea es no cometer los errores que en otros países se cometieron al inicio y conocer de sus experiencias. Son lugares donde ya se ha puesto en práctica y ha sido un éxito”, explica Estrada.

Uno de los ejemplos a seguir sería el de Colombia, donde la Dimayor regula y administra todo lo relacionado al fútbol profesional. Esta entidad organiza los campeonatos: Liga Águila;Torneo Águila, Copa Águila, Ascenso y la Superliga.

La estructura en el fútbol de Colombia contempla varias comisiones de trabajo, como por ejemplo la comisión disciplinaria, la del estatuto del jugador.

“Todas son formadas por personas importantes que conocen del tema, pero que no son empleadas de la Dimayor, que es la institución que las nombra. Y en lo administrativo, nosotros contamos con la secretaría general y el área jurídica; asimismo, con una gerencia administrativa y una gerencia deportiva, que maneja las programaciones, inscripciones, etc”, explicó Iván Novella, gerente deportivo de la Dimayor. (I)

Brasil crea nuevo torneo con apoyo de 12 clubes

Doce clubes de primera división de Brasil y uno de segunda anunciaron la creación de una nueva liga al margen de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

La nueva liga se llama Sur-Minas-Río y tiene por clubes asociados al Flamengo, Fluminense, Cruzeiro, Atlético Mineiro,  Gremio, Internacional, Atlético Paranaense, Curitiba, Joinville, Avaí, Figueirense, Chapecoense y el Criciúma, este último de segunda división.

Los equipos pretenden poner en marcha la primera competición en 2016 y, aunque aún no han definido el reglamento, proyectan que cuente con 10 equipos y 8 jornadas, que se disputarían simultáneamente a los torneos regionales.

La nueva liga nacerá como el tercer torneo más importante del país, solo por detrás del Campeonato Brasileño y la Copa de Brasil, ambos organizados por la CBF.

En un comunicado, los responsables del proyecto dijeron que la liga recién fundada responde a la “necesidad” de que los clubes “tengan mayor relevancia y autoridad en la discusión de los rumbos del fútbol brasileño”.

La nueva liga se basa en el formato de la Copa Sur-Minas, que se celebró entre 2000 y 2002 y contó con equipos de los estados del sur de Brasil y del estado de Minas Gerais, a los que ahora se suman dos de Río: el Flamengo y el Fluminense.

Según la idea de los fundadores, la Sur-Minas-Río convivirá con los campeonatos regionales, que en los últimos años han perdido público y han enfrentado crecientes críticas por parte de los clubes grandes por su poca rentabilidad.

El campeonato regional de Sao Paulo no se vería afectado, puesto que ningún equipo de ese estado se ha sumado a la nueva liga. (I)