“¡Sí!”, gritó eufórico Joao Joshimar Rojas López, cuando el técnico Álvaro Carcelén lo llamó para que ingresara a la cancha durante un partido del equipo de reserva de Independiente del Valle (IDV).  

El volante juvenil, quien cumplió un gran papel en Chillogallo, en la victoria 3-1 ante Barcelona el domingo pasado, se ha convertido en el hombre del momento en Aucas y conserva esa alegría. No es para menos, su carrera está en ascenso y va consolidándose como uno de los pilares del ‘Ídolo del Pueblo’.    

Carcelén no recuerda el rival al que enfrentaba el conjunto ‘rayado’, pero sí que ganaba con buen margen de goles y que faltaban 15 minutos para que concluyera el cotejo. Fue a mediados de 2014 cuando Rojas debutó en la reserva y no pudo ocultar su satisfacción por escalar otro peldaño en su trayectoria deportiva.

“Siempre se caracterizó por ser tranquilo y muy trabajador, por eso ha aprendido tanto y le va bien en su nuevo equipo. Ojalá siga cosechando éxitos”, dice el timonel.  

La salida de Independiente del Valle se produjo por voluntad del jugador, pues desde que estuvo en la sub-16 no tuvo mucho espacio en la reserva. Había un grupo consolidado y debía pelear un puesto con exponentes como Fabiano Tello (cuyo nombre verdadero es Mateos Joao Tello Arce) o Gabriel Cortez.

Rojas, quien se vinculó a la institución sangolquileña en 2011, proveniente de El Nacional, donde comenzó en 2008, se distinguió por ser un elemento con llegada y gol, que se esmeraba por ser titular.

“Independiente le ayudó mucho, no solo a la hora de buscar otro club, sino antes, cuando le costeó un tratamiento para que crezca, pues, si bien tenía talento, era bajito”, recuerda Carcelén.

Su transferencia al Aucas se dio bajo sugerencia de Galo Sandoval, instructor de las formativas de IDV, quien habló con Ramiro Gordón, administrador del ‘Papá’. Gordón habló con Sandoval y también con Orlando Narváez, iniciador de Rojas en el combinado ‘criollo’.

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Tras las pruebas pertinentes y después de charlar con el progenitor de Joao, la entidad ‘oriental’ le abrió las puertas y el muchacho se afanó por ganarse un lugar en el rol estelar, encontrando la oportunidad en la segunda etapa, con el arribo del adiestrador Carlos Ischia, quien sustituyó a Juan Ramón Silva en el banquillo ‘oro y grana’.

“Vimos un buen prospecto, incluso le pagamos a Independiente una deuda personal que el padre del chico tenía con esa institución; lo que no hemos cancelado aún son los derechos de Rojas; le agradezco por la espera a Michel Deller (dirigente de IDV). En su momento honraremos ese pendiente”, cita Gordón.

El cariño del directivo es tal, que Joao se mudó a un departamento localizado tras la casa de don Ramiro, en el barrio La Magdalena. De madre orense y padre quiteño, Rojas nació en El Guabo (El Oro), el 16 de agosto de 1997, pero ha residido en la capital casi toda su vida. Titular en el sitio de Nelson Lara, el adolescente sueña ahora con dar la vuelta olímpica con Aucas. (I)