Con un Brahian Alemán muy participativo y gracias a la viveza y goles de los delanteros Henry Patta (78’) e Ismael Blanco (82’), Barcelona le dio vuelta ayer a un resultado adverso y venció 2-1 al Independiente del Valle, en el cierre  de la tercera fecha del Campeonato Nacional. Brayan Cabezas había puesto en ventaja a los de Sangolquí a los 23’.     

La expectativa se centró en el debut del exjugador de Arsenal de Sarandí en el estadio Monumental. Alemán se mostró participativo durante todo el partido y fue el enlace entre los volantes de marca Matías Oyola y Édison Vega y el delantero Ismael Blanco, que erró un penalti.   

Constantemente retrocedió, alzó la cabeza y disparó de media distancia. Aunque no se lució, dejó una buena impresión entre los aficionados ‘canarios’, quienes pese al triunfo continúan preocupados por el pobre desempeño de su equipo en los últimos partidos.          

El partido de ayer confirmó que el estratega uruguayo Rubén Israel   -que volvió a dirigir desde la zona técnica después de dos semanas de licencia por problemas familiares- aún no encuentra el equipo ideal. Dispuso el ingreso del uruguayo Andrés Lamas en lugar de José Luis Perlaza para ‘apuntalar’ la zaga, después de los constantes errores de marca que este cometió y que hicieron que el árbitro Carlos Vera le exhibiera tarjeta amarilla.   

En lugar del juvenil William Erreyes ingresó Álex Colón, que en los dos partidos anteriores fue titular. El reemplazante habitual del joven mediocampista era Ely Esterilla, quien ayer no apareció ni entre los suplentes. El argentino Alejandro Fresotti fue relegado a la banca.  

Una pieza que no le dio resultados a Israel fue Tito Valencia. Sus constantes imprecisiones provocaron incluso el rechazo de los aficionados, que desde el primer tiempo pidieron su salida de la cancha. Pese a esos agravantes, el estratega lo mantuvo en el campo de juego hasta los 53 minutos, cuando dispuso el ingreso de Henry Pata.    

Fue justamente la inclusión del exdelantero de la Universidad Católica la que marcó un punto de inflexión en el partido. Acompañó más a Blanco y complementó el juego de Alemán en la mitad de la cancha. Su gol, el del empate, representó una inyección anímica para el cuadro ‘torero’. Minutos antes de ese tanto, el técnico de Independiente, el uruguayo Pablo Repetto, había mandado a la cancha al volante Marco Ramos, cuya labor era impedir que Alemán penetrase el área con balón dominado y rematase al arco. El DT lo recriminó tras el empate porque no hizo lo que le había indicado.

Ese error y un mal despeje del extremo diestro uruguayo Pablo Caballero echaron abajo el plan de Repetto, que había analizado e identificado detenidamente las falencias del local. Su equipo planificó su estrategia con base en esas debilidades, pero dejó escapar la posibilidad de ser el nuevo puntero.     

La victoria le permite a Barcelona pasar de la novena a la quinta posición en la clasificación general. Es además una gran inyección anímica para afrontar el próximo fin de semana el partido ante El Nacional, en Quito: y el 25 de febrero, por la Copa Libertadores de América, a Estudiantes de La Plata en Argentina.