El gol que marcó Víctor Estupiñán a los 85’ y que significó el empate para Aucas frente a Emelec provocó la inmediata reacción de técnicos y jugadores, todos exigiendo la aplicación del Fair Play.

Los ‘eléctricos’ reclamaron que los jugadores de Aucas tenían que devolver el balón luego de que Esteban Dreer lo sacó para ser atendido por los médicos. Pero los ‘orientales’ no lo hicieron y en su lugar ejecutaron el saque de banda -por orden de su DT Carlos Ischia- y posteriormente marcaron el tanto de la igualdad, ante el asombro de toda la defensa de Emelec (ver infografía).  

“Ustedes vieron que Dreer no tenía nada, porque se levantó enseguida y después vino a pelear con todo el mundo. ¿Entonces, por qué tiró la pelota afuera? (...) Marcarie se la daba a De La Cruz y él la tiraba afuera, y yo les dije: ‘¡Vos estás loco, no la tirés afuera, jugá”, dijo Ischia.

Los ‘orientales’ aducen que Dreer fingió una lesión y sacó el balón para perder tiempo y por esa razón no tenían por qué devolverlo, sino seguir jugando.

Para el exárbitro Alfredo Intriago, el tanto que marcó Estupiñán fue bien validado por el central de ese partido, Roddy Zambrano, desde lo reglamentario. “En la jugada vemos cómo Esteben Dreer controla el balón sin que nadie lo toque... luego bota la pelota solicitando la atención médica. Y la regla indica que como él fue el último jugador que tocó el balón, el saque de banda le corresponde al adversario”.

Esta misma explicación le dio Zambrano a Ángel Mena, luego del partido desarrollado en Quito, ante la inquietud del volante azul. “Le dije al árbitro que no era ético, me dijo que no podía obligar a Aucas a aplicar el Fair Play”.

Con Intriago coincide el también exárbitro Pedro Ramos, quien explica que el Fair Play no es una norma que se pueda obligar a los jugadores. Ramos cree que la polémica pudo ser evitada por el árbitro, pero que eso depende mucho de la formación de cada réferi. En un diálogo con radios locales señaló que el árbitro pudo inducir al jugador para que devuelva la pelota, pero aclaró que no es una obligación.   

Lecciones de Fair Play

Miroslav Klose se convirtió en el héroe de un partido entre el Napoli y la Lazio (en septiembre de 2012), cuando en un tiro de esquina metió un gol con la mano que todos vieron menos el árbitro.

Entre reclamos de Édinson Cavani y compañía, el alemán se acercó al juez central y le dijo que había hecho trampa, algo con lo que se ganó el respeto de todos.

En un partido entre Werder Bremen y Nuremberg, por la Bundesliga, Aaron Hundt también se convirtió en héroe, ya que le aseguró al árbitro central que se había caído sin falta dentro del área. Las súplicas del jugador fueron escuchadas y el juez decidió rectificar su acción, colocó la bola en el área rival y todo se reanudó con saque de meta.

Otro de los casos lo protagonizó el italiano Paolo Di Canio en la temporada 2000-2001 cuando formaba parte de la plantilla del West Ham. ‘Paolino’ paró con sus manos un ataque de su equipo al ver al portero Paul Gerard, del Everton, lesionado fuera del área. La FIFA le concedió el premio ‘Juego Limpio 2001’.

En la Liga de Noruega, en mayo de 2012, jugaban el Brann y el Lillestrom. En el segundo tiempo un jugador del Lillestrom quedó lesionado cuando su equipo atacaba. Ante aquello, Erik Mjelde del Brann, con el marcador 3-2 a su favor, le devolvió el balón al portero, pero de manera que le picó y no pudo contenerlo, con lo que marcó el 4-2. Tras el insólito gol, los jugadores de dicho conjunto decidieron dejar que el Lillestrom anotara. Al final el juego quedaría 4-3 a favor del Brann. (I)