“Robar dinero es un delito, deberlo, no”, asevera Iván Vasco, vicepresidente de Deportivo Quito, quien asegura que el objetivo de la actual directiva es honrar las deudas que tiene la entidad, sobre todo las que corresponden a jugadores y personal administrativo.

Para reforzar su aseveración se refiere al acuerdo que se firmó con la plantilla la semana pasada, en la que se establece el compromiso de destinar los recursos que ingresen a la institución en lo queda de 2016 a cubrir los sueldos atrasados o, al menos, parte de ellos.

Se espera que Ecuafútbol desembolse el dinero por publicidad interna que utilizó la selección ante Brasil. Por cada lance en el estadio Atahualpa, la ‘AKD’ debe recibir un promedio de $ 80.000.

Los futbolistas ‘chullas’ deben presentarse a las 09:00 de este martes en el complejo Ney Mancheno para retomar los entrenamientos bajo las órdenes del técnico Luis Chérrez, de su asistente, Fabián Cubero y del preparador físico Mario Venegas. Vasco aclara que no es obligatorio para los futbolistas unirse a la nómina, pues al bajar el equipo a segunda categoría, los deportistas quedaron liberados.

Los instructores comenzarán un proceso de elección de futbolistas, ya que en la segunda categoría se priorizan los elementos de hasta 24 años. “En cancha deben estar 8 de hasta 24 años, entre ellos 3 juveniles. La oncena se completa con 3 experimentados, es decir, mayores de 24 años”, comenta Cubero.

Añade que es menester incorporar a un preparador de arqueros y depurar el proyecto. Los miembros del cuerpo técnico tenían previsto reunirse ayer en casa de Cubero para analizar los pasos a seguir.

Uno de los aspectos más importantes para escoger los atletas serán los partidos amistosos. “Eso no solo les dará ritmo de competencia a los deportistas, sino que nos permitirá ver dónde necesitamos reforzar”.

El cuerpo técnico comandado por Chérrez comenzó su labor el 1 de este mes y solo dirigió un partido del representativo ‘chulla’ en la primera B, justamente en la victoria 3-2 sobre Liga de Loja el 3 del presente, última del elenco en primera categoría. Tras este lance descendió a segunda por incumplimiento de pagos. (I)

Juan Guerrón Vásquez / defensa

"La situación económica es insostenible"

Estos días estoy en El Juncal (Imbabura), vine para visitar a mi familia y acompañar en el sepelio de mi amigo Jorge Carcelén, hermano menor de Nixon Carcelén. El martes iré al complejo de Deportivo Quito a retomar los entrenamientos, porque la directiva nos dio esa posibilidad para mantenernos en forma. Espero noticias del capitán del equipo, Santiago Morales, sobre si la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) nos permitirá vincularnos a otro equipo hasta terminar el año. También buscaré contrato para 2017, porque los ahorros se terminan y la situación económica se torna insostenible; por suerte he contado con el apoyo de mis hermanos. La principal preocupación son mis 3 hijos, que están en edad escolar, y tienen en mí a su principal soporte. Yo no vivía en el complejo, pero vi el sufrimiento de mis compañeros que, cuando les cortaron el agua, pedían el baño a los vecinos para su aseo personal. Es muy duro lo que pasaron. A mí el Quito me debe alrededor de $ 40.000, que espero cobrar lo antes posible. (I)

Luis Mosquera Rodríguez / volante

"Firmamos roles de pago sin cobrar"

No jugué los últimos partidos porque me recuperaba de un desgarro en el muslo derecho; por ahora estoy entrenando solo cerca de mi casa (La California, Quito). Al igual que mis compañeros, tengo la expectativa de unirme a otro club hasta acabar este año, porque -debido a la delicada situación financiera del Quito- dudo mucho que cobremos. Creo que todos hicimos bastante por la institución, no solo jugar impagos sino, incluso, firmar 2 o 3 veces los roles de pago sin recibir un solo centavo. En mi caso lo hice porque soy hincha del equipo y porque desde 2011 estoy en la plantilla, por eso tampoco he interpuesto una demanda por los retrasos salariales. Como soy soltero y no tengo hijos, más que pensar en el dinero, mi prioridad era mostrarme para ir a otro conjunto; ojalá se dé la posibilidad. Sería una gran ayuda que nos cancelen lo que nos deben. Yo estimo que la deuda conmigo es de $ 6.000. Gracias a que vivo con mis padres puedo seguir mis estudios de Administración de Empresas en la UDLA. Ellos son mi respaldo. (I)

Ronald Campos León / delantero

"Lo que pasó  no debe repetirse"

Lo que pasó en Deportivo Quito no debe suceder de nuevo. Si uno trabaja es porque tiene obligaciones que cumplir, hijos a quienes atender, por fortuna cuento con el apoyo y la comprensión de mi familia. Trabajar sin saber si te van a pagar te afecta emocionalmente. Lo positivo de estos malos momentos es que me hicieron más fuerte y perseverante. Creo que lo peor ha pasado y ahora corresponde pensar en el futuro. Tengo que conseguir equipo para 2017, mi contrato con el Quito comenzó en 2015 y se terminará este diciembre. Todavía no he conversado con Iván Reyes, empresario que me asesora. Sería positivo que nos permitan fichar en otros planteles hasta que culmine 2016, porque es incierto si nuestro club actual tenga para cancelarnos lo que nos adeuda; por el momento no he pensado en demandarlo, voy a esperar un poco más. La directiva dijo que nos adelantaría algo del dinero que le debe la FEF por la publicidad interna del estadio Atahualpa, Dios quiera que sea así, porque es mi deber darles lo necesario a mis 4 hijos. (I)

Marlon Ganchozo Santana / volante

"Acepté menos dinero para ir a otro equipo"

Fueron muchos los dolores de cabeza que me provocó la inestabilidad económica de Deportivo Quito, entre ellos constantes discusiones con la dueña del departamento donde vivía (ubicado en la urbanización Prados del Condado) a quien llegué a deberle 6 meses de arriendo. Le decía que me espere, que apenas me pagaran los sueldos, yo le cancelaría. Pero la señora me cambió hasta las chapas de las puertas, varias veces tuve que ir a dormir en la casa de algún compañero. La crisis financiera hizo que las circunstancias vayan empeorando. Cuando estaba la directiva presidida con Patricio Alvarado nos daban el desayuno y el almuerzo, pero después de ellos no nos daban nada. Entre los que más sufrían estaban los jugadores extranjeros, porque no tenían familiares que los ayudaran. Yo estuve en el equipo hasta julio, me debían cerca de     $ 30.000, pero llegamos a un acuerdo por $ 17.000, que deben cumplirme a través de un plan de pagos. Acepté porque necesitaba cambiar de club y Mushuc Runa me abrió las puertas. (I)