A Madeleine Riera sus compañeras de casa le dicen la madrastra. Ordena, grita e impone castigos. Es ella quien está pendiente de que todo esté en orden en la residencia que comparte con otras 9 futbolistas, que llegaron de Guayaquil para reforzar al cuadro “morlaco”.

Allí también vive la DT Wendy Villón, quien convirtió en goleadora del equipo a Riera, con 42 tantos. Es su mano derecha, no solo en la cancha, sino también donde viven.

La casa de dos pisos que ocupan se las dio el club para convencerlas de que se unieran al proyecto. “La convivencia ha ayudado muchísimo para que el grupo se mantenga unido, aunque al principio sí fue un choque para ellas y hubo problemas”, expresó Mayta Vásconez, exseleccionada nacional, mentalizadora y coordinadora del equipo azuayo.

Los problemas a los que se refiere Vásconez tienen que ver con la relación personal entre las jugadoras. No se soportaban la una a la otra. Pero la dirigencia evitó que el grupo se resquebrajara para así conseguir los resultados deportivos.

Contrataron a un grupo de motivadores que influyó directamente en el comportamiento y las relaciones personales de las futbolistas. Giannina Lattanzio confirma aquello.

Ella estuvo a punto de dejar el equipo porque no se llevaba bien con sus compañeras, pero las charlas la hicieron declinar. “Esas charlas fueron un punto de inflexión para todo el grupo. Ahora no podemos vivir la una sin la otra”, le contó Lattanzio a EL TELÉGRAFO.

Para ir a los entrenamientos, las jugadoras que llegaron de Guayaquil utilizan el carro de la entrenadora Wendy Villón. Otro grupo tiene que trasladarse en un taxi.

Por la mañana van al gimnasio, mientras que por la tarde realizan el entrenamiento en la cancha del complejo Las Cochas, ubicado a 30 minutos del centro de la ciudad. Las jugadoras costeñas están completamente adaptadas a los 2.550 metros de altitud de Cuenca.

Villón, de 39 años, dio forma y armó un plantel para obtener el título de la Superliga Femenina de Fútbol. Todas las jugadoras guayaquileñas integraron en algún momento las selecciones nacionales absolutas, sub-17 y sub-20. Además, han jugado en equipos exitosos, como Rocafuerte y Unión Española.

En el grupo sobresalen Madeleine Riera, Érika Vásquez y Andrea Pesántez, quienes, como seleccionadas nacionales, jugaron el Mundial Absoluto de 2017 en Canadá. Se suman Andrea Morán, Inés Jonhson, Érica Gracia, Nicole Charcopa, Mayerli Rodríguez, Iliana Bohen y Briggitte Guadamud.

Riera se llevará el premio de goleadora  

Madeleine Riera es el grito de gol del Deportivo Cuenca femenino. Es la capitana, la artillera, la mujer de confianza de la estratega Wendy Villón. Ella es la primera en reprender a sus compañeras cuando hacen algo mal y en felicitar a su equipo cuando todo se hace conforme a lo trabajado.

Riera, hábil volante guayaquileña de 30 años y 1,60 m de estatura, es la goleadora de la Superliga femenina 2019 y nadie le quitará ese galardón.  

El fin de semana pasado, en el duelo de ida, marcó su gol 42. Su registro es inalcanzable. Su inmediata perseguidora en la tabla de goleadoras es Yasneidy Zambrano, delantera de Ñañas, que contabiliza 17 anotaciones.

Madeleine disputa su sexta final del torneo nacional femenino. Antes jugó dos con Rocafuerte y tres con Unión Española, y las ganó todas. Salió de la Unidad Educativa Liceo Cristiano y muy joven se enroló en el balompié.  

Su punto más alto en el fútbol lo consiguió cuando disputó la Copa del Mundo Femenina, en Canadá 2015. Tiene dos referentes del balompié internacional. La primera es Megan Rapinoe y la segunda, Alex Morgan; ambas campeonas con Estados Unidos en el Mundial Francia 2019.

La cancha está a punto

Eduardo Molleturo madrugó este viernes 27 de septiembre de 2019 para darle mantenimiento a la cancha del estadio Alejandro Serrano Aguilar. Primero podó el césped, después lo regó y al final tizó las líneas del campo de juego. Tiene 14 años en esta actividad, por eso dice que la cancha es su mimada.

Molleturo preparó la cancha para el partido de anoche entre Deportivo Cuenca y Fuerza Amarilla por la LigaPro y hoy sábado 28 de septiembre volverá a realizar la misma rutina para preparar el gramado para la final de vuelta de la Superliga femenina.

Eduardo Molleturo es el encargado de darle mantenimiento a la cancha del estadio Alejandro Serrano Aguilar, desde hace 14 años. Foto: Luis Cheme / El Telégrafo

El partido ha generado una gran expectativa entre los cuencanos. Las 15.000 entradas que salieron a la venta el lunes 23 de septiembre se acabaron en menos de 48 horas. La dirigencia prevé una recaudación de $ 38.000.

150 policías estarán en el operativo de seguridad para este partido. Ese número podría incrementarse dependiendo de las necesidades logísticas.

Las calles aledañas al escenario deportivo se cerrarán, mientras las puertas del estadio se abrirán a las 16:00. (I)

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Torrealba ocupará el lugar de Córdoba

Rosenny Torrealba será la arquera titular en el equipo de Ñañas, la noche de este sábado 28 de septiembre de 2019 cuando se enfrenten a Deportivo Cuenca en partido de vuelta de la Superliga femenina, en el estadio Alejandro Serrano.

La panameña Farissa Córdoba fue expulsada sobre el final del partido de ida, disputado la semana pasada en la Casa de la Selección, en Quito, y será la gran ausente en el duelo definitivo por el título femenino de 2019.

Córdoba ha sido uno de los pilares de Ñañas en la temporada. Su capacidad para dirigir a la defensa la convirtieron en una líder dentro y fuera de la cancha.

Pero la buena noticia en el elenco de Ñañas -dirigido por Francisco Ramírez- es el retorno de Fernanda Vásconez, quien cumplió con su partido de suspensión, tras la expulsión en la semifinal de vuelta, ante Independiente.

Vásconez, capitana y referente del elenco quiteño, será la encargada de distribuir el juego desde el medio sector. Ella fue fundamental en la clasificación de Ñañas a su segunda final nacional.

Para ganar el título, Ñañas necesita ganar por dos goles de diferencia, ya que en el duelo de ida cayeron 2-1. (I)