-Voy a darte de comer.
-No mami, yo puedo solo.
-No podrás con la sopa.
-Bueno, ayúdame con la sopa, pero el arroz lo como sin tu ayuda.

Anita se conmueve una y otra vez con la determinación de su hijo. Que tome el arroz directamente del plato con la boca o que se dé modos para manejar el celular con el pie derecho son ejemplos cotidianos de que el joven quiere valerse por sí mismo y afrontar su discapacidad con entereza.

La madre no sabe qué la emociona más: las muestras de autodeterminación del adolescente o los pelotazos que suele dar en la casa, recordando su máximo sueño: ser futbolista profesional en El Nacional, el club de sus amores, del cual es parte en la categoría Sub-15.

Ese es Bryan Torres Cansino, el joven que pese a perder ambos brazos por una descarga eléctrica, ocurrida el pasado 10 de febrero, no olvida sus principales motivaciones. Es más, el acontecimiento le da nuevas ideas: ahora, además de futbolista, cuando termine la secundaria, desea estudiar psicología y ayudar a quienes se dan por vencidos ante alguna desgracia.

Sus padres, Jorge Torres (39 años) y Anita Cansino (36 años), se derrumban al ver la discapacidad de su único retoño. La circunstancia les cambió la vida. Jorge, de oficio soldador, es ahora el responsable exclusivo de mantener económicamente el hogar, pues Anita renunció a su trabajo como empleada doméstica para atender las necesidades básicas de Bryan.

Entre los momentos más difíciles están aquellos donde tuvieron que firmar la aprobación para la amputación de las extremidades del chico. Del brazo derecho el 14 de febrero y del izquierdo, el 24.

Anita, si pudiera, retrocedería en el tiempo y evitaría que su hijo acepte la invitación a jugar carnaval en casa de un vecino. Ahí, en el cuarto piso, cuando él se agachó para tomar un globo con agua, sin darse cuenta hizo contacto con los cables de alta tensión y ocurrió lo inesperado.

Bryan no recuerda haber sentido dolor, solo perdió el sentido y despertó en la habitación de una casa de salud. Al rememorar los casi 2 meses en el Hospital de Los Valles sonríe, hasta entonces no sabía cuánto lo quería la gente.

Además de su familia, lo visitaron los integrantes del cuerpo técnico del ‘Nacho’ y exponentes como Giovanny Caicedo, Adrián Bone, Christian Márquez, Miguel Álvarez, Daniel Samaniego... quienes lo invitaron a entrenar con ellos una vez que se recupere. Es más, el técnico Octavio Zambrano le dijo que en la institución siempre lo recibirán con aprecio.

Anita agradece la gestión de la directiva ‘roja’, que encabezada por su presidente, Jorge Yunda, consiguió alrededor de $ 8.700 mediante una campaña solidaria. Ese dinero le sirvió a la familia para cubrir los gastos médicos y otros menesteres.

Y es que el fútbol es fundamental para Bryan. Comenzó a los 4 años en una de las escuelas de la Prefectura de Pichincha, pasó a una de las escuelas de El Nacional, estuvo luego en las divisiones formativas del club Universidad San Francisco de Quito y hace poco más de un año, en las inferiores de El Nacional.

Oriundo de Puéllaro, parroquia rural de Quito, Bryan también fue  de la selección parroquial seleccionado Sub-14 y vicecampeón barrial con el equipo Arsenal de Carapungo, con el que clasificó al certamen Campeón de Campeones.

Washington Andrade, asesor jurídico de El Nacional, quien asumió el caso de la familia Torres Cansino, manifestó que se solicita a la Empresa Eléctrica Quito y al Municipio capitalino una indemnización de $2 millones, por considerar que el cableado de alta tensión que afectó a Bryan no cumplía la distancia de seguridad en relación a la terraza y porque no se podía dar permisos de construcción bajo esas condiciones.

Preocupado por adaptarse a su nueva vida, Bryan no deja de ilusionarse con tener prótesis o implantes que le devuelvan los brazos, aunque ahora, al parecer, le crecieron alas forjadas a puro coraje. (D)

DATOS

Bryan Alexander Torres Cansino nació el 12 de mayo de 2000. Se desempeña como back central y maneja el perfil derecho. No renuncia a su deseo de ser futbolista.

Este medio consultó vía telefónica al área de Comunicación Social del Municipio de Quito sobre el pedido de la familia de Bryan.

En las próximas horas habrá un pronunciamiento.

A través de un correo electrónico y vía telefónica se solicitó una respuesta de la Empresa Eléctrica Quito (EEQ). Esta sería proporcionada en las próximas horas. La familia de Bryan aspira a su atención.

Bryan estudia en el décimo curso del Colegio Nacional Tumbaco, extensión El Nacional. Recibirá clases en su casa (Carapungo) hasta que se recupere. En 6 meses le pondrán unos injertos.