Miguel Álvarez intentará entregarle a El Nacional un estilo aprendido en los 10 años que se forjó en Europa. Su familia emigró a España cuando él tenía 15 años y junto a sus 4 hermanos se mudó a Mallorca, con la intención de buscar una vida mejor.

Después de 10 años decidió volver por su cuenta al país, con la intención de probar suerte en el balompié profesional. Los ‘criollos’ fueron la primera opción, pero el hecho de haber jugado en Europa no le aseguraba un lugar; debió probar sus cualidades y el DT Octavio Zambrano lo vio como un delantero que le sería útil a su equipo.

Sin embargo, recién el martes pudo ser inscrito en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y con una sonrisa en su rostro admitió que su agobio terminó. “Eso me tiene muy contento y ahora tengo que esperar si el entrenador me toma en cuenta para el fin de semana. Hubo un problema con la transferencia internacional, pero se solucionó y ahora soy oficialmente parte de la plantilla”, dijo con un acento ligeramente español.

Mientras estuvo fuera del país intentó empaparse de la actualidad del fútbol ecuatoriano, pero señaló que muchas veces se complicaba por los horarios de los partidos, por la diferencia horaria entre ambos países. Sin embargo, a través de internet podía leer las novedades.

“Cuando llegué me encontré con una plantilla que mezcla veteranía y juventud. Hay muchos jugadores nuevos que necesitan un tiempo de acoplamiento y por eso no se han dado los resultados. Sé que en poco tiempo vamos a remontar”.

Su fútbol fue del agrado de Zambrano, pero al principio le costó adaptarse a las condiciones climáticas. Venía de Francia, donde llegó a jugar a -2 ºC, y se encontró con el caluroso valle de Tumbaco. La altura también representó un inconveniente inicial, pero con los días mejoró su rendimiento. “Puede adaptarse bien al medio. Es un elemento que nos dará fuerza en una parte en la que hemos tenido problemas”, contó Zambrano.

Los padres de Miguel, Patricio Álvarez y Sonia Zambrano, se quedaron en Mallorca.Ellos trabajan en el sector hotelero y están bien establecidos junto a sus hijos.

La partida de Miguel a Ecuador la tomaron con tranquilidad y mantienen contacto continuo, a la espera del debut del atacante en el torneo nacional, un sueño que está por cumplir.

Él actúa como centro delantero y se definió como un jugador que va bien de cabeza, que cuida bien el balón y también tiene velocidad. “En España jugué en segunda categoría y en tercera; y en Francia en segunda. Siempre quise jugar en primera división y ahora qué mejor que hacerlo en mi país”.

En Ecuador jugó fútbol a nivel barrial o colegial, pero nunca estuvo vinculado a un equipo profesional. Siempre disfrutó de jugar, pero recién en España se animó a probar suerte en un club, ante la insistencia de sus compañeros del colegio.

Su adaptación a Europa fue sencilla, según el futbolista, pues para él fue un gran beneficio tener siempre a su familia cerca. En Quito estudió en el colegio Intisana y en Mallorca continuó sus estudios hasta conseguir el bachillerato.

Álvarez se siente un “privilegiado”, pues nunca sintió discriminación o racismo por parte de sus compañeros en el colegio ni luego en sus equipos. “Creo que la gente me conocía y notaba que era un chico tranquilo, humilde, trabajador y que se entregaba a los estudios o al deporte. Nunca me sentí mal en ese aspecto”.

En la actualidad vive junto a su representante, Marco Bayas. Su llegada a inicios de año le complicó encontrar pronto un lugar propio y mientras tanto reside con Bayas, quien es su agente desde hace 3 años. Él es el encargado de llevarlo al complejo de El Nacional, en Tumbaco, todos los días.

Ahora, lejos de su familia, el jugador añora el arroz con menestra que prepara su madre, aunque también la paella que degustó en España. Pero más allá de eso, solo sueña con su debut tardío en la serie A del fútbol ecuatoriano.

Datos

Miguel Alesandro Álvarez Zambrano nació en Quito el 6 de enero de 1989. En España jugó en los equipos de las divisiones formativas del Mallorca.

Con la intención de probar un fútbol diferente, decidió fichar por el AS Moulins de la segunda división de Francia. El equipo es de la ciudad de Lyon, al sureste del país europeo.

Tiene 4 hermanos que permanecen en Mallorca junto a sus padres: Carlos Luis, Alexandra, Grecia y José Ramón. El primero es el único que también se dedicó al fútbol, pero no tuvo suerte en el profesionalismo.

Además de Miguel Álvarez, El Nacional podría incorporar otro delantero. El DTOctavio Zambrano señaló que “no tendría problema en que Félix Borja se sume al equipo”.