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Fue periodista deportivo
Valcke, el hombre de teflón acostumbrado a los escándalos
La última de las acusaciones contra Jérôme Valcke le ha costado su puesto como número 2 de la FIFA. El hasta ahora mano derecha del presidente Joseph Blatter pone fin a una larga etapa en la organización, marcada por otros escándalos.
Fue destituido este jueves de sus funciones “con efecto inmediato y hasta próximo aviso” como secretario general por la propia FIFA, luego de publicarse en la prensa inglesa las sospechas sobre su implicación en un asunto de reventa de miles de entradas del Mundial de Brasil desarrollado el año pasado.
Según Benny Alon, dueño de la empresa JB Marketing, que desde 1990 se encarga de vender las entradas para los encuentros mundialistas, reveló que 8.300 boletos, que supuestamente habían desaparecido, fueron vendidos por Valcke para su beneficio personal. La investigación determinó que el ahora exsecretario de la FIFA ganó cerca de $ 2 millones.
Esto se suma a los escándalos de corrupción que han hundido la imagen de la FIFA desde mayo pasado y que llevaron ya a Blatter a anunciar su marcha de la presidencia, un paso que el suizo materializará a finales de febrero de 2016, cuando se elija a su sucesor.
Entre el conjunto de revelaciones que han conmocionado al fútbol internacional, la de fondos dudosos relacionados con la organización del Mundial de Sudáfrica 2010: el New York Times había acusado a Valcke de haber transferido unos $ 11 millones a cuentas gestionadas por el exvicepresidente de la FIFA Jack Warner, quien también fue imputado por la justicia estadounidense.
La FIFA replicó que se trataba de un proyecto destinado a “ayudar a la diáspora africana en el Caribe”, aprobado por Sudáfrica y en el que aseguró que ninguno de sus dirigentes había entrado en irregularidades de ninguna naturaleza.
Pero Blatter terminó dimitiendo el 2 de junio, arrastrado por esas acusaciones. Un mal presagio para el futuro de Valcke, de 54 años, que cuenta también con la nacionalidad sudafricana y que está casado con una mujer de ese país.
La patada brasileña
Su caída de este jueves pone fin a una trayectoria sinuosa y a menudo polémica en la instancia suprema del fútbol mundial.
Llegó a la FIFA en 2003 como director de marketing, pero pronto se vio inmerso en un litigio millonario entre dos patrocinadores (Mastercard y Visa), que le costó a la FIFA unos $ 90 millones.
Fue despedido en 2006, pero en junio de 2007 Blatter decidió designarle secretario general, que en la práctica es el número 2 de la organización. Fue sin duda una progresión fulgurante para un hombre que había entrado como periodista en 1984 en la cadena de televisión Canal Plus Francia, antes de convertirse en director adjunto del servicio de Deportes en 1991.
En 1997 Canal Plus creó Sport+ y le confió la dirección, que ostentó hasta 2002. Tras la fusión de Sport+ con Sportfive, ocupó durante un año, de 2002 a 2003 el puesto de ‘Chief Operating Officer’, antes de pasar a trabajar a la FIFA.
Valcke es un hombre de carácter afable, seductor en las distancias cortas y que acostumbra a hablar con libertad, lo que en ocasiones le ha costado enfrentarse a importantes polémicas. Fue así en los preparativos del Mundial 2014, cuando animó a los brasileños a “darse una patada” en el trasero para avanzar en las obras, algo que provocó un monumental enfado en el país, que llegó a dejar de considerarle un “interlocutor válido”.
“Menor nivel de democracia”
Blatter tuvo que pedir disculpas a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y Valcke tuvo que bajar la cabeza para apagar el incendio.
Valcke también será recordado por un polémico comentario: “Un menor nivel de democracia es a veces preferible para organizar un mundial de fútbol. Cuando un hombre fuerte al frente de un Estado puede decidir, cómo podrá hacerlo (el presidente ruso Vladimir Putin) en 2018, es más fácil para los organizadores que con un país como Alemania, donde hay que negociar a varios niveles”.
En 2011 se hizo público uno de sus correos electrónicos, que desató una gran tormenta mediática. El hasta ese entonces número 2 de la FIFA escribió sobre Mohamed Bin Hammam, obligado a retirar su candidatura ante Blatter en la elección presidencial de ese año por haber comprado votos. “Puede que él piense que puede comprar a la FIFA como ellos (los cataríes) lo han hecho con el Mundial (de 2022)”.
El Comité organizador de Catar-2022 exigió entonces explicaciones “urgentes”. Valcke reconoció ser el autor del correo, pero dijo que se trataba de una comunicación en “un tono más ligero” y “menos formal”, antes de señalar que se refería a la “potencia financiera” de Catar y no a “una compra de votos”.
Valcke niega acusaciones
El ex secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, negó enérgicamente las acusaciones periodísticas que lo involucran con la reventa de entradas para el Mundial Brasil 2014, dijo su abogado en un comunicado.
“Jérôme Valcke niega categóricamente las acusaciones inventadas e intolerables formuladas por Benny Alon sobre la supuesta reventa de entradas para la última Copa del Mundo”, afirmó Barry Barke, de la firma neoyorquina de abogados Kramer Levin.
Según Barke, “Valcke jamás recibió ni aceptó dinero o cualquier cosa de valor de parte de Alon”.
El abogado indicó que la FIFA “firmó un contrato con la sociedad del Sr. Alon, JB Sports Marketing” y dicho contrato fue sometido a los asesores jurídicos de la entidad “que lo ratificaron”. (I)