Tan distintos y tan similares a la vez. Diego Simeone, el padre, y Giovanni Simeone, el hijo, han iniciado de la mejor manera posible su nueva vida. El padre en España, convirtiéndose en muy pocos años en uno de los mejores entrenadores del fútbol europeo, transformando completamente la mentalidad de un equipo demasiado acostumbrado a perder y llevándolo a la cima de los grandes clubes mundiales.  

El hijo, a más de 10.000 kilómetros de distancia, en Argentina, se está dando a conocer a base de goles y buen fútbol y, sobre todo, gracias al brillante campeonato Sudamericano Sub-20 que ha conquistado recientemente en Uruguay.

Ambos son dos nombres propios que ocupan un sitial sobresaliente en el panorama futbolístico mundial. Y esto no se ha acabado aquí, seguramente darán muchísimo más de qué hablar en un futuro que se les antoja exitoso.    

El ‘Cholo’, un enorme técnico

ras terminar su carrera como futbolista en Racing Club de Avellaneda, Diego Pablo Simeone se embarcó en otro de los grandes proyectos de su vida: ser entrenador de primer nivel.

En 2006, muchos de sus ahora contrincantes ya habían ganado una Liga de Campeones siendo técnicos, como es el caso de su rival ciudadano Carlo Ancelotti, campeón de Europa con el Milan en 2003 y posteriormente en 2007, o el caso del actual DT del Chelsea, José Mourinho, campeón con el Porto de Portugal en 2004.

Quién iba a imaginar que el ‘Cholo’, en tan solo 9 años, fuera a conseguir el altísimo prestigio que ahora le otorgan los premios individuales y colectivos logrados con 3 de los 6 equipos que ha dirigido.

Ya en su primera temporada como entrenador, logró el campeonato local con Argentinos Juniors, algo que volvería a conseguir con River Plate en 2008. Su paso por San Lorenzo y Catania de Italia no estuvo plagado de fortuna y títulos y, en 2011, tras medio año en Europa, volvió a Racing. Ahí empezó realmente su ascensión.

Justo antes de Navidad, el 23 de diciembre de 2011, Diego Pablo Simeone reemplazó a Gregorio Manzano en el banquillo del equipo de su vida, el Atlético de Madrid, donde vivió dos etapas como jugador (1994-1997 y 2003-2005) y donde luego empezaría todo.

En solo media temporada cambió radicalmente la mentalidad de un club que solo se reconocía por sus humillantes derrotas y por unos últimos campeonatos desastrosos.

Le hinchó de moral, de fuerza física, de agresividad y llevó al equipo a conquistar la Europa League en el mismo curso. Un año después, el título que alzaba el Atleti era la Copa del Rey, derrotando en la final al Real Madrid en su propio estadio, el Santiago Bernabéu.

Y para culminar el camino hacia la gloria, Simeone consiguió devolverle, 18 años después, la liga española al conjunto ‘colchonero’, con un empate en el Camp Nou ante el Barcelona, en la última jornada del campeonato. La fiesta habría sido completa si, por primera vez en su historia, la final de la Champions League en Lisboa hubiera coronado al Atlético de Madrid como el mejor equipo de Europa. Sin embargo, el Real Madrid se alzó con la ‘décima’ y evitó el doblete rojiblanco.     

‘Gio’, un ‘killer’ con futuro

Giovanni Simeone empieza ahora su trayectoria profesional como futbolista, y lo hace de la mejor manera posible. Su perfil es muy distinto al de su padre, es delantero, alto, fuerte y un gran goleador.

Sus capacidades técnicas no son exquisitas, pero su capacidad goleadora es suficiente para poderlo definir como uno de los grandes futbolistas del futuro. A sus 19 años, el ‘Cholito’ ya se ha hecho un nombre en Argentina, jugando para el primer equipo de River Plate, aunque su explosión ha sido durante estas últimas semanas.

El Sudamericano Sub-20 ha sido su gran escaparate. Con sus 9 goles ha llevado a Argentina a alzarse con el torneo y su registro goleador no ha pasado inadvertido.  

‘Gio’ Simeone se unió a una lista en la que están nombres tan ilustres como el de Enzo Francescoli, Romario o Neymar. Los tres fueron antes máximos goleadores del prestigioso Sudamericano Sub-20 y lideraron a sus selecciones al título. Argentina, que se coronó campeón por primera vez desde 2003, estuvo empujada por los goles del hijo del ‘Cholo’.

Pero a pesar de estos logros, el joven Simeone aún no ha logrado desligarse de la figura de su famoso padre, ex-crack de la selección ‘albiceleste’ y ahora uno de los DT más populares de Europa.

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Señal de ello es su apodo: ‘Cholito’, un diminutivo del sobrenombre de su padre. El número 9 admitió sentirse un poco incómodo por las comparaciones, aunque señaló que no le sorprenden. “Es mi papá... es obvio que muchos periodistas van a comparar”, dijo hace una semana con humildad.

Ser el máximo goleador de un campeonato como el Sudamericano Sub-20 siempre significa estar en el punto de mira de los ojeadores del fútbol europeo y alzarse con la Bota de Oro le otorga a Simeone un caché del que no gozaba antes.

Su seleccionador, Humberto Grondona, lo define como “un gran definidor, cabecea bien y marca goles con los dos pies. Es un delantero de primer nivel. Tiene el gol entre ceja y ceja”.  

Sin embargo, el ‘Cholito’ es consciente de que tiene que continuar creciendo, jugando con River Plate en la liga argentina y preparándose para un futuro que solo depende de él mismo.  

De momento, en River no está contando con una regularidad clara. En el campeonato pasado, Simeone disputó 7 de los 19 partidos posibles y en ninguno fue titular. Tampoco logró ningún gol.  

Jugar en Europa es su gran sueño y si es al lado de su padre, aún mejor. Pero el ‘Cholito’ tendrá que armarse de paciencia, volver a la tierra y olvidarse por algunos momentos de su registro goleador en el Sudamericano Sub-20.   

Eso, de momento, lo tiene claro. “Conseguir la Bota de Oro no significa nada. El futuro empieza hoy”, dijo el jugador tras la final.

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En agosto del año pasado, desde España, el Córdoba se interesó por él, pero Marcelo Gallardo no quiso venderlo. A los 15 años fue máximo goleador en las categorías inferiores de River. Sus referentes eran Eto’o, Milito y Villa. “Mi papá siempre va a ser mi papá y yo siempre su hijo”, decía entonces. “Es verdad que al principio era una presión. Algunos se imaginaban que estaba en River por ser Simeone. Pero ahora me conocen por Giovanni. Me gustaría que siga siendo así”, dijo después de la premiación en el Sub-20.  

Según Grondona, Simeone es un chico maduro. Sabe perfectamente dónde está parado, entiende qué significa ser el hijo de una persona tan famosa y tan importante. 

‘Gio’ Simeone ahora debe conseguir la regularidad en River, tener minutos, ofrecer buen fútbol, goles y esfuerzo. Solo con estas condiciones el ‘Cholito’ puede convertirse en un jugador deseado por los clubes europeos y llegar a ser, como su antecesor, en una referencia para el fútbol mundial.

Entre los consejos que recibe de su padre, el delantero dijo esta semana, en diálogo con La Gazzeta dello Sport, que siempre le recomienda que se fije en jugadores como Radamel Falcao García. 

“Hablamos durante 20 minutos después de cada partido. Depende de cómo lo haya hecho me regaña o no. Depende. Siempre hablamos de actitud. Me dice que tengo que hacer lo mejor para el equipo y me dice que me fije en futbolistas como Falcao o Batistuta”.