River Plate es el nuevo rey de América. Cuatro años después de caer a segunda división en un descenso inédito, el equipo argentino abraza su tercera Copa Libertadores, tras una épica noche en la que goleó 3-0 a Tigres de México en un estadio Monumental colmado por 62.000 fanáticos. El trofeo se suma a los alcanzados en 1986 y 1996, este último con su actual técnico Marcelo Gallardo en cancha y Javier Saviola -ahora en el banco de suplentes- como uno de los alcanzapelotas.

La final del miércoles pasado consagró a un ecuatoriano y condenó a otro. Abel Casquete recibió la medalla de campeón con River, mientras que Joffre Guerrón tuvo que conformarse con el vicecampeonato de Tigres. Esta es la primera vez que dos futbolistas nacionales se enfrentan en una final de Copa en equipos diferentes. 

Bajo una lluvia torrencial, el equipo argentino fue práctico y contundente. La prensa albiceleste se mostró exultante por la copa número 24 obtenida por equipos argentinos en el máximo torneo continental. “Copa Rivertadores”, tituló el diario deportivo Olé, destacando que la corona “Cave (por el veterano delantero e ídolo Fernando Cavenaghi, quien anunció su salida del club tras la consagración) en el corazón”. Para el diario Clarín, River es “el dueño de América”.  

Página/12 dijo que “la lluvia (que se abatió durante todo el partido) fue de goles para una Copa Monumental” y el conservador  La Nación sostuvo que River tiene a “América a sus pies” tras “un ciclo de año y medio brillante” de la mano de Gallardo, que en su breve gestión conquistó tres títulos internacionales.

River es hoy sin dudas el mejor equipo del continente. Es el vigente campeón de la Copa Sudamericana, de la Recopa y ahora de la Libertadores, todas bajo el liderazgo de Gallardo en el banquillo. Y el martes próximo, en Osaka, jugará ante el Gamba Osaka la Suruga Bank, un torneo menor pero que puede darle una nueva estrella al club que ostenta ocho títulos internacionales en su historia, cinco de los cuales con la participación directa de Gallardo (dos como jugador y tres como técnico).

Con una plantilla sólida y sin grandes figuras, el equipo fue de menor a mayor en el torneo, clasificando a octavos de final por la ventana en una dramática definición en el grupo 6 que compartió con Tigres y en el que consiguió solo un triunfo en la última fecha y avanzó gracias a la victoria del equipo mexicano con suplentes 5 a 4 de visitante ante el Juan Aurich peruano.

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El equipo se basó en la solidez de Marcelo Barovero en el arco, el motor del uruguayo Ledesma en el mediocampo y un ataque que se recostó en el uruguayo Rodrigo Mora, quien no jugó la final por lesión. Gallardo acertó al traer como refuerzos al uruguayo Tabaré Viudez –de gran labor en semifinales ante Guaraní de Paraguay- y el juvenil Alario, figura y autor del primer gol ante Tigres tras la polémica salida del colombiano Teófilo Gutiérrez.  

Los hinchas “inundaron” con sus festejos el barrio porteño de Núñez y el tradicional Obelisco en el centro de Buenos Aires,  donde unas 70.000 personas se congregaron hasta altas horas de la madrugada. Los hinchas no se olvidaron de Boca Juniors, su archirrival, al que vencieron en los octavos de final en una decisión de escritorio tras el escándalo con el gas pimienta en La Bombonera.

Este renacer de la historia de River echa por tierra al descalabro deportivo que sufrió en 2011 con su primer y único descenso a la segunda división del fútbol argentino, de la que se coronó campeón un año después. Y su gran estratega fue el ‘Muñeco’ Gallardo, ganador de cinco títulos locales y dos internacionales (Libertadores 1996 y Supercopa 1997) con River como jugador en la década del 90 y de tres internacionales como técnico (Sudamericana, Recopa y Libertadores).  

“Al Cholo (Diego Simeone, entrenador del Atlético Madrid) le apareció un competidor en una carrera que se trazó a largo plazo: si sostiene decisiones y convicciones en el tiempo, el Muñeco también tiene destino de Selección”, escribió el diario Clarín.  

Tras su regreso a primera, River se consagró campeón del Torneo Final y de la Copa Campeonato en el 2014 de la mano de Ramón Díaz, actual entrenador de la selección paraguaya. Pero el ‘Pelado’ dejó el cargo y fue reemplazado por Gallardo, quien en 14 meses llevó al club a la cima de América.

“Dios me premió con esto y ahora vamos por más”, dijo Gallardo, quien vio el partido desde la platea al estar suspendido por su expulsión en el partido de ida en Monterrey. Ahora lo espera la Suruga Bank, pero el plato fuerte se servirá en diciembre en el mundial de clubes, con la vista puesta en el Barcelona de Lionel Messi.  

El glorioso River Plate de Alfredo Di Stefano, Enrique Omar Sívori, Daniel Pasarella y Ubaldo Fillol,  está de regreso. (I)