La goleada 3-0 de River Plate de Argentina sobre Tigres de México en el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2015 no dejó dudas de que el título quedó en las mejores manos. El conjunto rioplatense dio la vuelta olímpica tras derrotar en el global 3-0 a su adversario, luego del empate sin goles que se registró en el duelo de ida, escenificado el 29 de julio en el estadio Universitario de Monterrey.

Anoche, en el estadio Monumental de Buenos Aires, el combinado de la banda roja se aplicó a fondo desde el principio y no dio respiro a su rival, que jamás encontró el camino hacia el arco defendido por el meta Marcelo Barovero.

La presión que ejercieron los hombres del elenco ‘millonario’, desde la salida del ‘felino’, surtió los efectos esperados a partir del minuto 44, cuando Lucas Alario se arrodilló para impactar de cabeza un centro de Leonel Vangioni. El tanto impidió que el dueño de casa se fuera al descanso con la preocupación de no anotar la ventaja.

La tónica del compromiso no cambió. Incapaz de hilar fútbol colectivo, el plantel visitante apeló apenas a las individualidades de Rafael Sóbis, André-Pierre Gignac y Javier Aquino para llevar algo de peligro al área antagonista. Al contrario, River dominó el medio campo y hostigó al cancerbero Nahuel Guzmán mediante la recuperación de Nicolás Bertolo, Carlos Sánchez y Leonardo Ponzio, y las cargas de Lucas Alario y Fernando Cavenaghi.  

Pero el segundo tanto tardó en llegar. Recién a los 74 minutos, después de una falta penal en contra de Carlos Sánchez y la ejecución del mismo volante uruguayo, la hinchada local celebró el 2-0.

La tercera diana nació 3 minutos después. Luego de un tiro de esquina, el defensa Ramiro Funes Mori se elevó sin marca y cabeceó hacia el piso, venciendo -con túnel incluido- por última vez al guardavallas Guzmán.

Pese a la goleada, River no abandonó su propuesta y ya con Tigres vencido apostó por un cuarto gol. La cifras no cambiaron y cuando el árbitro uruguayo Darío Ubríaco decretó la finalización, la locura de la parcialidad anfitriona se desató.

La pirotecnia preparada para la celebración le dio color a la lluviosa noche que se apreciaba sobre Buenos Aires y que fue aprovechada en lo posterior por los elementos del flamante campeón para festejar lanzándose al inundado gramado del Monumental.

Las caras largas de los exponentes de Tigres y de su director técnico, el brasileño Ricardo Ferretti, evidenciaron la frustración de una mala presentación, lejana, muy lejana de lo que exhibió el equipo a lo largo del certamen.  

Algo más sereno por los pocos minutos que jugó entre las semifinales y final de la justa se mostró el delantero ecuatoriano Joffre Guerrón, incluido en el conjunto a los 77 minutos, en sustitución de Israel Jiménez. Guerrón no pudo repetir el gusto de ser campeón del torneo, como en 2008 cuando alzó la corona con Liga de Quito.

El estratega Marcelo Gallardo, en tanto, sonreía con la satisfacción del deber cumplido y de entrar a la historia de la institución como el artífice del tercer campeonato del equipo en la Copa Libertadores. Las 2 anteriores estrellas brillaron en 1986 y 1996.

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El camino de River Plate al trono regional se escribió con 5 victorias, 7 empates y 2 derrotas, contando su paso a los cuartos de final a costillas de Boca Juniors, al que superó 1-0 en el Monumental y con el que igualó 0-0 en La Bombonera, en un encuentro que se suspendió por la agresión que sufrieron los elementos ‘millonarios’ con gas pimienta mientras saltaban a la cancha para el segundo tiempo. También cuenta su espectacular remontada frente al brasileño Cruzeiro, que le doblegó 1-0 en Buenos Aires, pero perdió 3-0 en Belo Horizonte. Los aficionados del club argentino jamás olvidarán aquel partido de ensueño.

Con 18 goles a favor y 9 en contra, el combinado de Gallardo demostró equilibrio en todas sus líneas y en una plantilla que también  disputa el liderato en el torneo argentino, lo que lo condujo a ganar también la Recopa Sudamericana.

El siguiente reto de River es la Copa Suruga Bank, que disputará en Japón el 11 de este mes frente al Gamba Osaka. Será un adelanto del Mundial de Clubes 2015 que también se efectuará en territorio nipón en diciembre y donde su parcialidad sueña verlo jugando la final contra el Barcelona de Lionel Messi. (I)