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Paranaense golea a Newell's y se asoma a segunda ronda de la Sudamericana
El Atlético Paranaense goleó este jueves al Newell's Old Boys (3-0) en su estadio de Curitiba y dejó muy encaminado su pase a la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Ante la escasa resistencia ofrecida por los argentinos, el 'Furacao' apenas necesitó de nueve minutos para adelantarse en el marcador gracias a un cabezazo de Pablo. El segundo tanto fue obra de Nikao en el 30, mientras que Guilherme completó la goleada en el 36 aprovechando los agujeros de un Newell's totalmente apagado.
Con título regional conquistado el domingo todavía fresco, el Paranaense se plantó con todo de cara en el Arena da Baixada. Y, frente a las gradas semivacías del imponente estadio mundialista, los de Fernando Diniz decidieron montarse la fiesta solos ante un Newell's que apenas estaba de cuerpo presente.
Aún no se cumplían los diez minutos de juego cuando pasó lo inevitable: tras un saque de esquina, Pablo voló sobre la defensa argentina para, de un testarazo, poner el 1-0 e inaugurar la pesadilla para Luciano Pocrnjic, que sustituía a un febril Ibañez.
Ya se intuía por entonces que el arquero tendría una noche de espanto, con su equipo apagado por la crisis que le tiene atrapado, sin su referencia Leal, lesionado, y en manos de un Paranaense con muchas ganas.
No tienen un elenco brillante los de Curitiba, pero sabían muy bien lo que hacían. Después de dos años fuera de la Copa Sudamericana, el 'Furacao' se encontraba con un regalo inesperado y no pensaba desaprovecharlo.
Dueños del balón y del centro del campo, los brasileños no dejaron de insistir hasta que a la media hora una fallo de la defensa de la 'lepra' dejó recibir a Nikao solo en la entrada del área. Con gran sangre fría, el atacante recortó entonces a un último defensor para batir después de un zurdazo a Pocrnjic.
Con el 2-0 en el marcador y Newell's totalmente desdibujado, comenzaba a olerse la goleada, cuando el Paranaense se sacó de la manga una jugada que parecía ensayada.
Lucho González cruzó un balón desde la derecha y recogió Lodi en el fondo izquierdo para servírselo en bandeja a Guilherme, que solo tuvo que fusilar al arquero vendido para el 3-0.
La apacible noche de Curitiba se había transformado en un infierno para los argentinos, que solo deseaban la tregua del descanso.
Con el partido sentenciado, la segunda parte se anunciaba como un trámite para ambos, ya con la cabeza lejos de la Arena da Baixada.
El resultado deja la eliminatoria muy de cara para los brasileños, que visitarán Rosario el 10 de mayo para disputar la vuelta con un pie y medio ya en la próxima ronda de la Sudamericana. (D)