Randy Waldrum, técnico de la selección femenina de Trinidad y Tobago, levantó los brazos al cielo en señal de triunfo cuando la jueza central del partido, la alemana Bibiana Steinhaus, señaló el centro de la cancha y pitó el final del partido.

No era para menos. El empate ante Ecuador y en la altitud de Quito  representaba para él y para su equipo un triunfo. Así lo ratificó al final del compromiso. “No podíamos perder. El empate estaba en nuestros planes y lo hemos conseguido con mucho esfuerzo. Pero este gran trabajo que hemos hecho hoy (ayer) debe ratificarse en el partido de vuelta en Puerto España. Allá mostraremos nuestro verdadero nivel”, advirtió Waldrum.  

Según el adiestrador, cualquiera de las  selecciones pudo haber ganado el partido debido a que en los dos arcos hubo jugadas de peligro. Para él, el nivel de los  combinados fue parejo, aunque confirmó que la prioridad de sus dirigidas era defenderse y aprovechar los errores del rival en el contragolpe. “Nos vamos contentos”, dijo al final.