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'Merengues' y 'bianconeros' definen el título
El Real Madrid se juega (13:45) hoy entrar en la historia. De ganar a la Juventus de Turín en el excepcional Millennium Stadium de Cardiff, un estadio multiusos con capacidad para 74.500 hinchas construido en 1999 para albergar la Copa Mundial de rugby, la escuadra merengue se convertirá en la primera que repite título de forma consecutiva desde el estreno del actual formato de la Champions League en 2009.
Lograría, además, un doblete que el club más laureado de Europa no consigue desde 1958.
Una nueva hazaña que alimenta el hambre madridista por acaparar trofeos y que ha elevado el nivel de exigencia competitiva del equipo de Zinedine Zidane, a quien ni se le pasa por la cabeza regresar de Gales sin la ‘Orejona’.
Tres finales en los últimos 4 años -de la Champions- convierten a los futbolistas que hoy saltarán al campo vestidos de blanco en expertos pistoleros para citas de alto calibre como la de hoy. Que los merengues son claros favoritos lo reconoce hasta el arquero de la ‘Vecchia Signora’, Gianluigi Buffon, de 39 años y aspirante al próximo Balón de Oro por una carrera futbolística sobresaliente. Hábil como una comadreja, el capitán bianconero sabe cómo trasladar toda la presión del mundo al rival para que se ponga a temblar.
La experiencia es como una medalla que distingue a los generales. Y Buffon lo es. El propio Marcelo aseguraba ayer en una entrevista que nervios se tienen siempre antes de la disputa de una final, pero descartó que la Juve tenga más ambición que el Real Madrid por salir victorioso de la batalla. “Jugar por el título de la Champions no tiene precio. Habrá que hacerlo con responsabilidad, está claro pero también disfrutando de ello”,
Y si el brasileño incidía en el espíritu lúdico con el que afrontará el partido, Sergio Ramos iba más allá para celebrar el alto nivel de exigencia que rodea a su equipo. “La presión nos gusta, la disfrutamos”.
Según han venido martilleando los voceros más ensordecedores del Real Madrid a lo largo de esta semana, la presión ayuda a las estrellas merengues a mantener la guardia bien levantada tanto en el plano físico como en el psicológico. “Tenemos muy buenas vibraciones”, afirmó el siempre lacónico Karim Benzema a la conclusión de la última sesión preparatoria.
Precisamente, Benzema es el jugador que esta semana más ha estado en boca de los seguidores. De él se espera todo pero también nada. Es decir, si el francés afronta el partido con su perfil más frío e indolente, el Madrid tendrá problemas para alzarse con la victoria.
En Madrid se rememora para el agrado merengue y la desdicha colchonera lo sucedido el pasado año en Milán, cuando los merengues aniquilaron en los penales al Atlético y con ella a la vieja tropa del ‘Cholo’ Simeone que ya no ha vuelto a ser la misma. Con esa actitud implacable en las grandes citas encara Zidane la final de hoy contra la Juve. Apesadumbrado por la impresionante presencia de medios al ‘Media Day’, el gran Zizou recurrió a los tópicos para describir que jugar finales es lo que le motiva. “Es lo que nos gusta a todos. A jugadores, a DT y a aficionados. Nos mola”.
Enfrente se encontrará a una Juventus aferrada a una solidez inquebrantable y a una historia repleta de éxitos. Reclamaba Cristiano Ronaldo el favoritismo para su equipo “porque somos mejores”, pero en el fútbol es un concepto relativo.
Puede que la ‘Vecchia Signora’ no posea las cualidades técnicas del Madrid, pero tiene un juego colectivo temible. En las fases previas demolió sin compasión a escuadras como el Oporto, el Barça de Messi y al Mónaco del emergente Kylian Mbappé. Tiene futbolistas de la calidad técnica de Dani Alves, Juan Cuadrado y un crack como Paulo Dybala; Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci conforman una pareja de centrales duros como piedras. En la delantera tienen la garantía rematadora de Gonzalo Higuain. Un equipazo capaz de derrotar a cualquiera. Y más a un solo partido. (I)
Cardiff, más blindada que la misma OTAN
El atentado en Mánchester (Inglaterra), hace apenas 10 días y a 305 kilómetros, ha hecho que Cardiff empiece a blindarse de una forma sin predecedentes. Incluso muchos ciudadanos y parte de la prensa local aseguran que el estadio tendrá más seguridad que una reunión de la OTAN.
En cada esquina de la ciudad se ven algunas de las 52 barreras y bloques de hormigón destinados a evitar un posible ataque terrorista con camiones.
6.000 policías trabajarán y 984 de ellos irán armados (el policía de a pie no porta armas de fuego). El despliegue será mastodóntico: 15.000 efectivos contando policías, bomberos, médicos y técnicos sanitarios. “El mayor dispositivo de la historia en la ciudad, mayor que la reunión de la OTAN en 2016”, nos explica Gareth Rhys Owen, de BBC Wales.
El Festival de la Champions, un macroespacio de la UEFA con actuaciones, bares y un partido de leyendas, y que ocupará la mejor zona de la Bahía hasta mañana, será otra de las zonas que contará con una seguridad especial.
Ayer se realizaron las últimas inspecciones subterráneas en todas las alcantarillas y casas cercanas al escenario. Y durante hoy, e incluso mañana, habrá rastreos con perros adiestrados. (I)