Ecuador, 26 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Punto de vista

¿Más que un club o un club más?

¿Más que un club o un club más?
04 de septiembre de 2014 - 00:00

Se dice que el FC Barcelona es más que un club. Así lo comunica incluso la gradería lateral del estadio Camp Nou donde, en letras grandes, escribe ‘Més que un club’. Muchos se preguntarán qué quiere decir esta frase y de dónde proviene. Bien. La frase ‘més que un club’ la pronunció por primera vez don Narcís de Carreras en su toma de posesión como presidente del club en 1968. El nuevo presidente dignificaría de esa forma la labor del club en una época muy complicada, en plena dictadura franquista y con los derechos de los catalanes bajo tierra.

El FC Barcelona había sido pionero en la reivindicación nacional, en defender y predicar la cultura, la lengua y las tradiciones de Cataluña, como una entidad más al servicio de la nación. Además, al disponer de no solo un equipo de fútbol, sino de una cantera muy trabajada y de varios deportes más, el Barcelona era el principal ejemplo a seguir y, por lo tanto, la frase ‘més que un club’ caminaba junto a los colores azulgrana de su camiseta. Cuando Joan Laporta llegó a la presidencia en 2003, y tras muchos años de crisis deportiva e institucional, se decidió volver a dar un giro al club y volver a acuñar el eslogan por el cual los socios y aficionados se han sentido plenamente identificados.

Y no solo se acuñó. Las palabras se las lleva el viento y lo que prevalece por encima de todo son las acciones reales. En ese sentido, la junta directiva presidida por Laporta (y con Rosell a su lado) echó a los violentos del Camp Nou, plasmó el logotipo de Unicef en la camiseta haciendo un donativo de $ 1,5 millones al año a la organización, recuperó el sentimiento catalanista escondido debajo de las sillas del estadio y llevó al Barça a convertirse otra vez en un símbolo del pueblo catalán.

Sin embargo, en 2010 cambiaron las cosas. Sandro Rosell, tras dividirse de Laporta en 2005 por diferencias en la gestión, fue escogido presidente, algo que cambiaría el rumbo de la entidad. Rosell se marchó en febrero pasado con la cola entre las piernas y tras haber destruido toda la gestión de Laporta al frente del club. Lo único verdaderamente importante para el dirigente y para su séquito de directivos era y sigue siendo la eliminación de todo rastro laportista, incluyendo a ‘Pep’ Guardiola. Lo primero que hicieron Rosell y su junta fue aprobar una acción de responsabilidad civil contra los antiguos dirigentes, por haber malbaratado los fondos del club, una acción por la cual el presidente, tras proponerla en asamblea, votó en blanco. Acto seguido, se expulsó a Johan Cruyff como presidente de honor, se trasladó el nombre de Unicef a la parte baja posterior de la camiseta para situar a Qatar en la parte frontal alegando una crisis económica muy grave que podía hacer desaparecer al club, se canceló el proyecto de remodelación del estadio porque se consideró que $ 250 millones era demasiado dinero, se permitió la entrada de los violentos al estadio sin el consentimiento de la Policía -y facilitándoles los tickets a un precio simbólico- y se prohibió la entrada de los niños menores de 8 años de forma gratuita. Además, la aprobación del patrocinio por parte de Qatar Foundation se produjo en asamblea tras un rico debate entre junta y socios, en el cual se aseguró que Unicef veía con buenos ojos aceptar la propuesta de la fundación de Qatar, ya que concordaba con sus valores. Dos años después, y sin consultar a nadie, el Barcelona pasó de llevar una fundación sin ánimo de lucro a una empresa comercial, la aerolínea Qatar Airways, conllevando también pintar medio estadio con sus colores y letras. Y todo esto sin la palabra final de los socios. Es cierto que estamos en un momento donde el dinero es extremadamente importante y la globalización del fútbol ha hecho que se pierdan todos los valores. Ahora el Barça gasta tanto como los otros, ficha a Neymar por $ 114 millones, a Luis Suárez por $ 106 millones, estafa a Hacienda en la operación por traer al brasileño, se salta las normas de la FIFA en la incorporación de menores y su presidente huye a las primeras de cambio. Todo normalísimo. Y sin hacer autocrítica, todo son ataques, manías al club y conspiraciones varias. La gente del Barcelona tendría que mirar hacia atrás, cuando las palabras ‘més que un club’ significaban la filosofía del club. Ahora, todo son habladurías. No hay ‘més que un club’, sino que es un club más, imputado y culpable de delitos.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media