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Marcos Coll, el colombiano que le marcó a Lev Yashin
Nadie ha repetido la hazaña. Marcar un gol lanzando una pelota desde el banderín del córner y al mejor arquero del mundo del momento, Lev Yashin, parece imposible para esta época. El tanto que lo lanzó a la fama durante la primera ronda del Mundial de Chile 1962 no fue precisamente una obra de arte, sin embargo se ganó el sello histórico de ser el primer -y único hasta ahora- gol olímpico de la competencia.
El hito de Coll fue parte del inicio del recorrido de Colombia en los Mundiales de fútbol. La selección cafetera debutó en la cita chilena y justamente el mejor resultado de su participación fue ante la Unión Soviética.
Un domingo 3 de junio en la ciudad portuaria de Arica, el estadio Carlos Dittborn recibió a 8.040 espectadores. El combinado cafetero venía de caer 2-1 ante Uruguay. En Colombia, ‘las calles parecían manicomios, se escuchaban gritos, llantos y un silencio ensordecedor’ tal y como describió El Espectador hace más de 50 años.
A los 15 minutos del primer tiempo, la fiesta perdió entusiasmo. Colombia caía 3-0 y sus verdugos eran Ivanov (2) y Chislenko (1). Pero 6 minutos después, Germán Aceros sorprendió a Yashin y descontó.
El seleccionador norteño, Alfredo Pedernera, motivó a los muchachos en el descanso. Apenas arrancó el segundo tiempo mostraron otra actitud, la que fue golpeada por otra anotación rusa. Ponedelnik marcó el 4-1.
Para un equipo debutante que enfrentaba a un rival pesado, tenía 3 goles en contra e intentaba marcarle nuevamente al gran Yashin, lo más idóneo sería disfrutar de lo que restaba del encuentro.
Coll, que era defensa, acudió a la cita con la pelota en un tiro de esquina. La envió adentro con un bote previo en el primer palo. Y lo que debía ser centro fue gol, olímpico, nombre que adoptó este tipo de jugadas en 1924, cuando el argentino Cesáreo Onzari le marcó al campeón olímpico, Uruguay, en Buenos Aires, desde el córner.
Coll motivó a sus compañeros para seguir atacando, es así que a los 72’ Antonio Rada convirtió el 4-3 que metió miedo en los futbolistas rusos. El cuadro europeo perdió protagonismo tras el gol increíble y la posibilidad de un empate sudamericano.
Y solo Marino Klínger le arrebató parte de la gloria a Coll al marcar el tanto de la igualdad a 4 minutos del final.
“Horas de ‘Locura Colectiva’ Vivió Colombia por el Triunfo en Arica”, tituló El Espectador. Y los periódicos ingleses Daily Sketch, Express, Mail y más se referían al hecho con frases como “Viva Colombia” o “La pequeña Colombia obligó a los rusos a defenderse desesperadamente”.
Gabriel Hatchjlinea, DT de la URSS, comentó después del encuentro que estaba asombrado por el estado físico de los colombianos, que además mostraron “un juego corto, tácticamente suramericano y además se amoldaron a la característica europea”.
Pedernera salió emocionado. “Colombia jugó con entereza, con verdadera garra y superándose tras cada contraste”, comentó la exfigura de Millonarios de Bogotá. Aquel día, Colombia formó con Caimán Sánchez, Marcos Coll, ‘Charol’ González, Rada, Klínger, Serrano, Alzate, López, Aceros, Echeverri y Jaime González.
“Hubo un enorme rugido porque marqué un gol contra el hombre que era el mejor portero del mundo en ese momento”, dijo Coll en una entrevista a FIFA a principios de 2014.
Aquel 3 de junio en el estadio Carlos Dittborn de Arica, Coll se ganó el apodo que lo acompañaría para siempre: El Olímpico.
El exfutbolista falleció el lunes pasado en Barranquilla a los 81 años a causa de una afección pulmonar que lo aquejaba desde hace varios meses. La muerte lo encontró apenas 3 días después de cumplirse el 55° aniversario de su hito. Han pasado 13 ediciones del campeonato y nadie ha logrado lo que hizo Coll en Chile. (I)