Real Madrid y Barcelona disputaron otro clásico más en un estadio Santiago Bernabéu lleno hasta la bandera y que acabó disfrutando de una victoria clara, contundente y merecida de su equipo ante el máximo rival, con un Isco Alarcón que disputó uno de sus mejores partidos como jugador ‘merengue’.

Los hombres de Carlo Ancelotti superaron en todas las facetas del encuentro a un cuadro ‘culé’ con poco dominio del balón y con un Luis Suárez titular que demostró llegar a muy buen nivel para ser decisivo a partir de su primer minuto oficial.

El gol de Neymar en el minuto 3, tras una bonita jugada personal, no tuvo el poder deseado para los ‘blaugrana’ en el marcador, que vieron cómo en la primera media hora el Madrid le disputó el balón y le generó mucho peligro a la contra.

Dos balones al palo de Benzema en graves errores defensivos de colocación y 2 buenas intervenciones de Mascherano en el corte evitaron el empate, aunque una gran oportunidad de Messi pudo hacer cambiar el partido definitivamente con el 0-2. Pero la historia tomó un giro en el minuto 35 cuando Piqué cometió un grave error al poner la mano dentro del área y provocar un penalti tan claro como absurdo.

Con el empate, el Barça se vino abajo y el Real Madrid lo aprovechó para, incluso tras el descanso, hacerle mucho daño a su gran rival. El cuadro catalán es un equipo que se siente cómodo dominando el balón, tocando en el centro del campo y generando peligro, buscando los espacios cortos, algo que Ancelotti leyó de forma correcta aplicando una solución que le hizo ganar el encuentro y matar a su rival.

Dejar muchos espacios entre línea y línea, no encerrarse y disputarle el balón lejos al Barça hizo que Xavi e Iniesta tuvieran que conducirlo demasiado tiempo, algo con lo que no están acostumbrados.

Con cada recuperación, el Madrid salía al contraataque de forma fulgurante, superando al Barcelona físicamente, cogiendo la espalda de los centrocampistas y haciendo retroceder rápidamente a una defensa que se vio sola y descubierta. De ahí llegó el tercero y pudieron llegar muchos más si Mascherano no lo hubiese evitado.

El Real Madrid fue, en este Clásico de España, terriblemente superior a un Barça desactivado y desconocido y en el que sus estrellas no brillaron. Ancelotti planteó un partido físico muy inteligente y se llevó 3 puntos que le acercan al líder (21 puntos, uno menos que el Barça).